Madrid. La Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) pidieron ayer por separado, el desembarco “urgente” de casi 600 migrantes y refugiados que permanecen atrapados en cuatro embarcaciones de organizaciones no gubernamentales (ONG), tras ser rescatados en aguas del Mediterráneo central, resultado de un endurecimiento de las políticas tras la llegada al poder del gobierno de Giorgia Meloni.

Dos barcos, el Humanity 1, de bandera alemana, y el Geo Barents, de pabellón noruego, recibieron permiso de Roma para atracar en Catania, Sicilia, este fin de semana y se les permitió dejar a unos 500 migrantes, principalmente mujeres, niños y personas consideradas vulnerables, por lo cual quedaron alrededor de 250 todavía a bordo, en condiciones que las ONG describen como “insostenibles”.

El gobierno ordenó que las naves regresen al mar, pero hasta ahora sus capitanes se han negado.

A última hora de ayer, al navío Rise Above, con 95 personas a bordo, se le permitió ingresar al puerto de Reggio Calabria. El Ocean Viking, con 234, todavía espera una respuesta.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reconocieron el gesto de Roma, pero pidieron que el resto de migrantes desembarquen “sin más retrasos”.

“Hacemos un exhorto a los países de la región a proteger las vidas de las personas rescatadas y acabar pronto con el actual impasse; asimismo instamos a ofrecerles un lugar seguro”, reclamaron las agencias, sin hacer alusión específicamente a Italia, que reclamó en numerosas ocasiones a la solidaridad de otros países.

Ayudar a quienes peligren, “imperativo humanitario”

El Acnur y la OIM reconocieron que debe existir algún mecanismo “para combatir la responsabilidad”, en la medida en que “no es sostenible” ir negociando caso por caso y que los países de la UE con fronteras exteriores se hagan cargo por completo de los migrantes y refugiados. Asimismo, reclamaron un mecanismo de rescate impulsado desde la UE, al insistir en que auxiliar a las personas que están en peligro es un “imperativo humanitario” que está consagrado además en el derecho internacional.

Sólo en lo que va del año, más de mil 300 personas han perecido en el Mediterráneo central.

La Comisión Europea recordó al gobierno de Meloni, quien lleva dos semanas en el cargo, que los países de la UE tienen el “deber moral” y la “obligación legal” de socorrer a los migrantes en alta mar, independientemente de las circunstancias en que estas personas llegaron hasta ahí.

Se lanzan al mar 3 personas desde el barco Geo Barents

Tres migrantes se lanzaron al mar desde el Geo Barents en un gesto de desesperanza después de una noche sin agua, sin acceso a los baños y a la espera de salir del limbo legal en el que se encuentran.

También fueron exhibidos carteles en los que los migrantes pidieron “ayuda” al gobierno de Italia.

Por otro lado, la policía española lanzó 86 proyectiles de gas lacrimógeno para repeler a los migrantes que intentaban entrar desde Marruecos en el enclave de Melilla en junio, según un legislador que participa en una investigación sobre los trágicos hechos que dejaron al menos 23 muertos.