Las personas trabajadoras del hogar enfrentan abusos graves que van desde la explotación laboral, bajos salarios, humillaciones hasta el hostigamiento sexual. Además, la falta de un contrato de trabajo, en el que se garantice su seguridad social, dificulta la defensa de sus derechos laborales.
A María de los Ángeles, quien desde los 13 años se empleó en esta actividad, contó que se vio obligada a salir de su pueblo, en el estado de México, luego de que su madre enfermó y sufrió una embolia.
Viajó a la Ciudad de México y se ocupó en el cuidado de personas adultas mayores, quienes años después fallecieron y doña Ángeles quedó desempleada.
Tiempo después encontró un nuevo trabajo, y aunque su ex empleadora la contrató para desempeñarse en una fábrica de suéteres, en realidad “me llevó a su casa a realizar tareas de limpieza”, 12 horas diarias, labor por la que recibía un pagó ínfimo.
“Era una persona muy grosera; terminó sacándome de su casa, sin conocer la dichosa fábrica” ni pagarle su sueldo y acusándola de robarle dinero de un buró, indicó la empleada del hogar, quien durante 38 años se ha dedicado a esta actividad.
Otra de sus ex empleadoras, continúa la señora Ángeles, la discriminó durante la pandemia de covid-19. Acudió a la casa donde trabajaba para intentar llegar a un acuerdo y que le pagara parte de su sueldo. “Estuve tocando la puerta por horas, hasta que me abrió y me aventó unos cubrebocas, y me dijo que me largara porque supuestamente ya estaba contagiada”.
La trabajadora del hogar señala que su ex jefa “es una magistrada”, de quien decidió omitir su nombre y la institución donde labora, pues aseguró que tiene vigente una demanda contra la funcionaria por despido injustificado, en la que también le exige la liquidación que por ley le corresponde después de laborar con ella por 16 años.
Norma Palacios, secretaria colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho), señaló en entrevista que ha interpuesto más de 50 demandas ante las juntas locales de la Ciudad de México y el estado de México, la mayoría por despidos injustificados, las cuales aún están pendientes de resolverse.
Como parte su labor, esta organización sindical ha brindado desde hace cuatro años más de 500 asesorías a personas trabajadoras del hogar, de las cuales algunas han concluido en la conciliación con sus empleadores y otras han derivado en juicios laborales.
Aseguró que han tenido casos exitosos a favor de los derechos de las trabajadoras del hogar, pero en otros han tenido complicaciones al tener que comprobar la relación laboral con su empleador.
En México, hay 2.2 millones de personas trabajadoras del hogar y se estima que nueve de cada 10 carecen de contrato por escrito y, según un informe de Sinactraho, durante la pandemia a 47.78 por ciento de las empleadas les redujeron su salario y 30 por ciento fue despedida injustificadamente.