Una de las victorias de las demandas de México contra los fabricantes y distribuidores de armas de fuego estadunidenses –que siguen en proceso– es la visibilidad del problema del uso de sus productos en actos violentos que se cometen en territorio mexicano, aseveraron expertos que participan en los litigios.
En el segundo día de la conferencia internacional El negocio de la letalidad: el tráfico de armas a México, organizada por El Colegio de México y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Steve Shadowen, del despacho Hilliard Shadowen LLP, subrayó que los recursos presentados en Boston y Arizona tienen como fin que los fabricantes y vendedores de armas, en la cadena de distribución, “internalicen el costo de los daños que causan”.
Miguel Ángel Reyes, consultor jurídico adjunto de la SRE, destacó el respaldo que han recibido las demandas. Expuso que en el caso de la de Boston, presentada el 4 de agosto de 2021, México ha entregado ocho escritos llamados “amigos de la Corte”.
Indicó que entre los escritos, que son instrumentos que presentan terceras partes al juicio, están los de familiares de víctimas de la violencia armada que se vive en México, así como de investigadores y organizaciones como el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Otros de los documentos fueron presentados por 27 fiscales de distrito de diferentes condados de Estados Unidos, entre ellos de Texas –uno de los que tienen mayor flexibilidad en la portación y uso de armas–, así como fiscales generales de 14 estados del país vecino.
Alejandro Celorio, consultor jurídico de la SRE, anunció que pedirán una opinión consultiva ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre si existe la responsabilidad de un Estado por no regular las acciones de su sector privado, que impacten los derechos humanos en un tercer país, y qué alcances puede tener una legislación doméstica en términos de respeto a garantías fundamentales cuando frustra el acceso a la justicia.
John Lindsay-Poland, de Stop US-Arms to Mexico, indicó que en Estados Unidos hay más de 20 mil armerías, de las cuales 7 mil se encuentran en estados fronterizos. “Siendo el 4 por ciento de la población mundial, Estados Unidos tiene en manos civiles alrededor de 45 por ciento de las armas de fuego”.
Se pronunció por que haya en ambos países controles de usuarios finales en exportación de armas, dado que se han detectado casos en los que “la Sedena dice que es el usuario final”, pero no es así.