La empresa Carso Infraestructura y Construcciones (CICSA) aclaró a la Fiscalía General de Justicia (FGJ) que la construcción del tramo elevado de la línea 12 del Metro –que colapsó el 3 de mayo del año pasado– no falló, pues contó con una rigurosa supervisión técnica por diversos examinadores.
En un documento, que fue admitido en la carpeta de investigación CI-FICUH/STCPM/UI-3 C/D/00045/05-2021 iniciada por los delitos de homicidio, lesiones y daño a la propiedad, todos culposos, detalla que el desplome no fue por problemas de diseño y construcción.
Durante la construcción, entrega y operación de la línea 12, afirma en el documento, “no se advirtieron las supuestas fallas de construcción en el tramo colapsado al que hace referencia el dictamen preliminar Fase 1 de DNV”.
El 30 de octubre de 2012, las empresas DB Internacional GMbH, ILF Beratende Ingenieure AG, TÜV süd Rail GmbH y Hamburg Consult GMbH certificaron que funcionaba correctamente.
Tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, CICSA y el Sistema de Transporte Colectivo confirmaron que sus columnas, incluidas la 106 y 107 ubicadas en el tramo colapsado, contaban con la cantidad de acero exigido en el proyecto ejecutivo, indicó.
Conflicto con el sindicato
Por otra parte, el secretario de Gobierno, Martí Batres, se reunirá con el director del Metro, Guillermo Calderón, y la dirigencia del sindicato para mediar en el conflicto por la presunta falta de herramientas y refacciones para mantenimiento del sistema de transporte, denunciada por el gremio.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, afirmó que hay recursos suficientes para el mantenimiento, por lo que confió en que se llegará a un acuerdo, así como en otras demandas expresadas por los trabajadores, aunque no precisó cuáles.