Madrid. México es un país “único” en el mundo para ejecutar inversiones y las políticas fiscales que ha aplicado tras la pandemia y ante las presiones inflacionarias lo convierten en un lugar donde las condiciones para inyectar capital son inmejorables, aseguró Ana Botín, presidenta de Santander.
En una conferencia de prensa en el marco del XIX Encuentro Santander América Latina, que se realiza en España, la presidenta del banco resaltó el buen manejo que ha hecho México ante la crisis, y destacó la fortaleza del peso a escala global.
También reveló que la decisión de Santander de salir del proceso de compra de Citibanamex obedeció a que la institución financiera española considera tener lo necesario para crecer de forma autónoma en el país sin necesidad de ninguna adquisición.
“México es un país de los más atractivos en el mundo… cada vez vemos más inversión extranjera, irá a más, crecerá… tiene niveles de empleo altos, hay una oportunidad muy importante para el país en los próximos años.”
Botín explicó que el peso, en conjunto con el real brasileño, se ha apreciado 5 por ciento en lo que va del año, pese al actual contexto, y también destacó las políticas fiscales puestas en marcha en 2020, el equilibrio macroeconómico que se tuvo en 2021 y el superávit (cuando los ingresos son superiores al gasto del gobierno) de 1.3 por ciento como proporción del producto interno bruto (PIB).
Inflación, el gran problema del mundo
“El enemigo uno, dos y tres es la inflación”, en Latinoamérica y en el mundo, pues se pasó de una crisis sanitaria a una económica y ahora a una energética, apuntó la líder a nivel global de Santander.
Afirmó que si bien las políticas monetarias que los bancos centrales han ejecutado recientemente dejan “consecuencias”, el costo es peor si no pagamos antes y las personas más vulnerables son las que más sufrirán.
Planteó que la región saldrá reforzada de la crisis y aunque “no hay que infravalorar los tiempos que vienen” ahora está más preparada para enfrentar el próximo año.
Externó que a nivel internacional se vivirá una desaceleración no vista en décadas, motivo por el que el crecimiento económico y la normalización de la actividad es lo que más preocupa al sistema financiero.
Botín detalló que los países de Latinoamérica deben continuar con políticas fiscales que aminoren los problemas inflacionarios y también se debe entender que el sistema bancario no es el que incrementa las tasas de interés, sino los bancos centrales, y eso ayuda a bajar o subir la oferta y la demanda de crédito.
En este sentido, precisó, es elemental que haya crecimiento económico en la región, pues se anticipa que en 2023 el mundo desacelerará de 3 a 6 por ciento; el problema es que sin crecimiento “no hay política sociales… no hay inversión, no hay salud”.
Enfatizó que los bancos centrales cuentan con un margen estrecho para actuar, pero las decisiones que han tomado en Latinoamérica son elementales para contener la inflación, y es mejor “ir antes que después, hay que hacerlo… las políticas fiscales son adecuadas y es importante que el sector financiero pueda ver que hay futuro y una oportunidad única de invertir”.