Pachuca, Hgo. Como cada año, desde el 2001, cientos de fervientes creyentes de la Santa Muerte, Malverde y El Diablo participaron en la tradicional marcha del 2 de noviembre, que se realiza desde su Santuario al Reloj Monumental de Pachuca.

Algunos, cargando pesadas imágenes de yeso, realizaron el recorrido —aproximadamente de seis kilómetros—, avanzando de rodillas para “pagar” a la también llamada Niña Blanca o al demonio, el haber recibido los beneficios de un supuesto “milagro” o un “favor”.

“Échale huevos, ya vas a llegar” alienta una mujer, con una cerveza en la mano a su hijo Jossimar de 23 años de edad y que cada año, desde 2017, realiza una dolorosa y difícil marcha con una imagen a cuestas hecha de yeso de Satanás, del Reloj Monumental de Pachuca al Santuario, donde se venera también a Malverde, ubicado irónicamente frente a un templo evangélico.

No es el único caso. Un grupo de mujeres llegó al atestado templo de rodillas y con muchas dificultades arribaron al pie de una de las tantas imágenes que de la Santa Muerte y le ofrendaron veladoras, cirios, frutas, cervezas, incienso y cigarros.

Desde las primeras horas de este miércoles 2 de noviembre, cientos de creyentes provenientes de diversos municipios de Hidalgo y otros estados cantaron las tradicionales "Mañanitas" a la efigie de ocho metros de altura de la Muerte, en este santuario edificado frente al panteón del municipio de Pachuca.

Grupos de mariachis, tríos, rockeros y de otros géneros musicales, se fueron alternando durante la noche del martes y la madrugada del miércoles para cantar a la efigie de la muerte.

"Por venir a cantarle no cobramos nada, ya que la santita nos ha hecho un montón de milagros y lo menos que podemos hacer es venir a agradecerle" dijo Artemio, uno de los vocalistas de un grupo de música huasteca que interpretó varias piezas en un concierto espontáneo.

Ante el gran número de personas que este año se presentó, el ingreso al lugar fue intermitente, por grupos. Pese a ello, era prácticamente imposible caminar en el interior.

Óscar Pelcastre “El Obispo Negro”, administrador del Santuario construido en lo que fue una tienda Conasupo comentó que la tradición de festejar a la Santa Muerte el 1 y 2 de noviembre data de hace exactamente 20 años cuando se construyó el templo.

Sobre el proyecto que había de construir una catedral de la Santa Muerte con una imagen de 15 metros, Pelcastre dijo que pese a que ya había planos de construcción y el terreno necesario para hacerlo, debido a la oposición de grupos católicos y evangelistas, "este quedó suspendido de manera indefinida", e incluso mostró los planos de la imagen que se pensaba colocar en la catedral, y cuya cara y manos se preveían que fueran de plata.

Reveló que no obstante el rechazo en este estado, se planifica construir la catedral en la ciudad colonial de Guanajuato, "donde seguramente sería un atractivo turístico".