La Arquidiócesis Primada de México publicó una guía para que los feligreses vivan el Día de Muertos. Se trata de cinco actividades para recordarlos y orar por ellos. A través de su semanario Desde la Fe, la Iglesia Católica señaló que en México, a la Conmemoración de los fieles difuntos, el 2 de noviembre, se le conoce también como el Día de Muertos. En torno a esta fecha, se acostumbra visitar los panteones o colocar ofrendas en las casas como una manera de recordarlos y orar por los que ya no están.
GALERÍA: Familiares visitan a sus muertos en los panteones de la CDMX.
Por ello propuso mandar a celebrar una misa por la persona fallecida, y asistir “no sólo mandarla decir y desentenderse”. Expuso que en muchas parroquias, los sacerdotes reúnen, con tiempo de anticipación, los nombres de las personas fallecidas en su comunidad para orar por ellas en las misas del 2 de noviembre.
También recomendó reunirse a comer en familia. “Hay que procurar que, dentro de lo que se prepare, haya algo de lo que el ser querido difunto disfrutaba, para disfrutarlo también en su honor”. Por último, sugirió que durante o después de la comida platicar anécdotas bellas que recuerden al ser querido, cantar alguna canción que le gustaba o ver su película favorita.
“Rezar el Santo Rosario, o al menos un misterio, para pedir por nuestros difuntos, añadiendo jaculatorias para rogar por el eterno descanso de su alma. Pueden ser: ‘Si por Tu Sangre preciosa lo has redimido, que lo (la) perdones, te pido, por Tu Pasión dolorosa’; ‘Dale, Señor, el descanso eterno, y luzca para él (ella) la luz perpetua’; ‘Que por Tu infinita Misericordia las almas de (…) y de todos los fieles difuntos descansen en paz. Así sea”.