Rumbo a la próxima discusión en la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que por trigésima ocasión se analizará el proyecto de resolución “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba”, el embajador del país caribeño en México, Marcos Rodríguez Costa, sostuvo que la hostilidad contra la isla se incrementó con una política “criminal” que atenta contra la población.
No obstante, agradeció que La Habana mantiene amigos que lo han respaldado, entre los que destacó el apoyo mexicano. A la vez, perfiló que una de las vías que busca toda Latinoamérica para reducir la dependencia de mercancías estadunidenses es la integración regional.
La Asamblea General abordará de nueva cuenta el 2 y 3 de noviembre la petición para concluir con el bloqueo, que acumula seis décadas de vigencia. El debate en el organismo internacional llega en un contexto “marcado por los efectos devastadores en Cuba por el huracán Ian, por los efectos de una crisis global multidimensional, que incluye una crisis económica internacional, una amenaza inminente de recesión global, crisis energética y de salud”, así como en un escenario “de recrudecimiento sin precedentes de las sanciones estadunidenses contra Cuba”, recalcó Rodríguez Costa ayer en conferencia de prensa.
Al retomar parte de lo expuesto hace un par de semanas por el gobierno cubano, el diplomático explicó que desde la segunda mitad de 2019 creció la política de “asfixia económica” con la intención de “buscar el colapso de la economía cubana sin medir las graves consecuencias humanitarias ni los impactos de ese objetivo que nunca se cumplirá, pero que provocaría consecuencias impredecibles”.
Lamentó que las represalias adicionales del gobierno de Donald Trump mantienen una misma inercia en el gobierno de Joe Biden. Tan sólo en los primeros 14 meses de la administración demócrata, los perjuicios del bloqueo ascienden a 6 mil 364 millones de dólares, lo que representa un récord, de acuerdo con las estimaciones cubanas. En 60 años, las afectaciones se calculan hasta en un billón 391 mil 111 millones de dólares.
Ante los obstáculos, destacó que “Cuba sigue teniendo muchos amigos, entre ellos el gobierno y el pueblo mexicano dispuestos a dar su apoyo y su solidaridad. Por eso nuestro pueblo cubano agradecerá a la comunidad mexicana, y a tantos otros por esa actitud”.
Recordó que como parte de la colaboración entre ambos países se convino la participación de médicos cubanos en localidades mexicanas, dinámica que, añadió, “no es una cosa nueva, casi 600 mil galenos han viajado al mundo a más de 60 países prestando su colaboración y ayuda”. Apuntó que son más de 400 profesionistas los que actualmente se encuentran “participando codo a codo” con sus colegas mexicanos.
“Cuando tengamos la cifra de operaciones realizadas, de consultas hechas y de vidas salvadas, va a dar una idea de para qué vinieron los galenos cubanos”, subrayó.
Asimismo, expuso que todos los países latinoamericanos requieren alternativas para “atenuar la innegable dependencia de un país como Estados Unidos”, lo que deriva en la defensa de sus propios recursos naturales y la búsqueda de una mayor integración de la región. Se pronunció por conformar una instancia similar a la Unión Europea, postura que también ha presentado el gobierno mexicano.