“ Pasen a firmar los que no tengan miedo”, dijo el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, copiando las palabras de Emiliano Zapata, a 268 líderes rurales, entre los que se encontraban familiares del Caudillo del Sur. En Los Pinos, ante un cuadro del jefe del Ejército Libertador, los dirigentes de las centrales nacionales pasaron uno a uno a suscribir el Manifiesto Campesino que avaló el fin del reparto agrario y la privatización del ejido. La fecha quedó registrada: 1° de diciembre de 1991.
Antes de comenzar la ceremonia, unos cuantos representantes que se olieron de qué iba la encerrona, preguntaron dónde estaba el baño y pusieron pies en polvorosa para no sumarse al documento. El compromiso de los líderes de superar el reparto agrario convocando a un gran esfuerzo de conciliación entre los hombres del campo adquirido ese día fue visto como una gran traición por cientos de miles de campesinos en todo el país que llevaban décadas luchado por tierra. Esa contrarreforma al artículo 27 constitucional nubló el horizonte en el campo y produjo múltiples transformaciones en el mundo rural. De eso dan cuenta estos reportajes y entrevistas a poco más de 30 años de la reunión en Los Pinos.