Sao Paulo. El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió ayer una avalancha de llamadas telefónicas y felicitaciones de líderes mundiales y hasta una visita del jefe del Ejecutivo de Argentina, Alberto Fernández, tras derrotar en las urnas al mandatario Jair Bolsonaro, que sigue sin reconocer su derrota en los comicios presidenciales del domingo.
No hubo ningún mensaje de Bolsonaro, quien ayer se la pasó encerrado en el Palacio de Planalto, lo que desató los temores sobre el traspaso de poder. A 20 horas de su derrota, quien hizo una breve mención a las elecciones fue el senador Flavio Bolsonaro, hijo de Jair, y en un tuit llamó a “levantar la cabeza”, sin reconocer el triunfo de Lula en la segunda vuelta de los comicios del domingo.
El senador agradeció a quienes votaron por Jair Bolsonaro y pidió a sus seguidores “mantener la cabeza en alza” y no renunciar a “nuestro Brasil”.
“¡Gracias a todos los que nos ayudaron a rescatar el patriotismo, que rezaron, salieron a las calles, dieron su sudor por el país que está trabajando y dieron a Bolsonaro el mayor voto de su vida! ¡Levantemos la cabeza y no renunciemos a nuestro Brasil! ¡Dios a cargo!”, escribió en Twitter.
Alistan el traspaso de poderes
Bolsonaro sigue sin manifestarse sobre el resultado, mientras sus aliados y gobernadores ya reconocieron la victoria de Lula y su equipo y el del próximo mandatario iniciaron los contactos para el traspaso de poderes, informó ayer uno de los portavoces del abanderado del Partido de los Trabajadores (PT).
En un comunicado, el coordinador de comunicación de la campaña de Lula, Edinho Silva, informó que telefoneó al ministro de la Casa Civil (una especie de primer ministro) de Bolsonaro, Ciro Nogueira: “De inmediato se dispuso a conducir el proceso de transición representando al actual gobierno de Bolsonaro”, dijo. Destacó la postura “republicana y democrática” del ministro bolsonarista, y afirmó que derivó la información a la coordinadora general de la campaña de Lula, la diputada y presidenta del PT, Gleisi Hoffmann.
Además, según la prensa local, el vicepresidente Antônio Hamilton Mourão mandó un mensaje al número dos de Lula y vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, poniéndose a disposición para trabajar en la transición entre los dos.
El actual mandatario no impugnará el resultado
El ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, dijo a Reuters que Bolsonaro abordará públicamente su derrota hoy. Según O’ Globo el mandatario no impugnará el resultado, pero tampoco felicitará a su sucesor.
Trascendió que sus aliados le pidieron declarar públicamente su agradecimiento a los más de 58 millones de brasileños que votaronpor él y como no se descarta que pueda presentarse a las elecciones de 2026, le subrayaron la necesidad de reconocer el resultado cuanto antes.
El rival de Bolsonaro, el ex presidente y ex líder sindical ganó la segunda vuelta con 50.9 por ciento de los votos, frente a 49.1 por ciento de Bolsonaro. Fue la elección más reñida desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985.
A medida que pasa el tiempo y una cantidad cada vez mayor de líderes internacionales reconocen públicamente la victoria de Lula, el margen de maniobra del presidente se reduce, subrayaron expertos a The Associated Press. Algunos de los aliados más cercanos de Bolsonaro indicaron lo mismo. “La voluntad de la mayoría vista en las boletas nunca será impugnada”, dijo a los periodistas el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Liram.
Entre los partidarios de Bolsonaro que reconocieron públicamente el triunfo de Lula figuran el gobernador electo de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, y la senadora electa Damares Alves, que fueron ministros con Bolsonaro, así como el líder de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados, Ricardo Barros. El pastor evangélico Silas Malafaia, un estridente partidario de Bolsonaro, pidió a Dios que otorgue su “bendición” a Lula.
“Debe tener varios planes sobre cómo impugnar los resultados de las urnas. La pregunta es si tiene el apoyo político para seguir adelante con estos planes”, indicó Paulo Calmon, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Brasilia. “No tendrá el apoyo del gobernador de Sao Paulo, de la Cámara de Diputados, ni del Senado y tendrá que enfrentar la oposición de todos”.
Camioneros y otros manifestantes bloquearon parcial o totalmente unos 236 puntos en carreteras en 20 de los 26 estados brasileños hasta anoche en rechazo al triunfo de Lula, según la policía federal de carreteras. Los bloqueos no interrumpieron inmediatamente las exportaciones de granos.
La Policía Federal de Carreteras se tomó un tiempo para actuar y desbloquear las vías. Su actitud contrasta con la mantenida el día de la elección, cuando detuvo a decenas de autobuses con partidarios de Lula y sus aliados que iban a votar en el nordeste. La policía además colocó bloques de concreto para evitar invasiones en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia, corazón político del país.
La Bolsa de Sao Paulo cerró con un alza de 1.31 por ciento, mientras el real brasileño se apreció frente al dólar, a 5.25 desde el cierre del viernes en 5.34.
Intensa agenda del izquierdista
Un día después de su triunfo, Lula tuvo una intensa agenda. Sostuvo un encuentro en Sao Paulo con el presidente de Argentina, Alberto Fernández, durante el cual se comprometió a visitar ese país antes de asumir el 1º de enero.
“Ahora ya pudimos hablar más del futuro que del pasado, de lo que tenemos que encarar para adelante. Con Lula compartimos una misma mirada sobre la necesidad de integración en América Latina, sobre la necesidad de que la democracia se consolide en todo el continente", dijo Fernández.
Lula habló con el presidente Andrés Manuel López Obrador, y con el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, quien tuite: “anoche, con la emoción del triunfo, hablé con Lula. Le mandé abrazos de Raúl, del pueblo y el gobierno de Cuba”.
Su par colombiano, Gustavo Petro, indicó que en conversación telefónica con Lula acordaron mantener una relación sólida en defensa de la Amazonia, de acuerdo a un mensaje en Twitter. Otro que conversó con Lula fue el presidente Nicolás Maduro, para “retomar la agenda binacional de cooperación”, semiparalizada durante el gobierno de Bolsonaro, lo mismo que el boliviano Luis Arce, con quien reafirmó “la firme decisión de trabajar de forma coordinada y permanente por el progreso de nuestros pueblos”.
También le llamó por teléfono el presidente Joe Biden, para destacar la “relación sólida” entre Estados Unidos y Brasil; y ambos se comprometieron a trabajar como “socios” en la lucha contra la crisis climática y la migración regional, entre otros “desafíos comunes”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.
Las felicitaciones también llegaron de otros dirigentes extranjeros, como el chino Xi Jinping; el ruso, Vladimir Putin; el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
Ecologistas, algunos dirigentes mundiales e inversionistas sostenibles aplaudieron la victoria de Lula y su compromiso de proteger la selva tropical y recuperar el liderazgo de Brasil en materia de cambio climático.
Noruega anunció que reanudará la ayuda financiera a Brasil en su lucha contra la deforestación, tras haberla congelado durante la administración saliente.