La selección mexicana viajó anoche hacia Girona, España, para la última etapa de su preparación rumbo a la Copa del Mundo. Los jugadores partieron en silencio del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, evitando a los medios de comunicación por una puerta alterna, con las incorporaciones de Erick Sánchez, Kevin Álvarez y Luis Chávez, campeones con el Pachuca.
El contingente nacional, que se rencontrará con el técnico Gerardo Martino en Europa, fue encabezado por los experimentados Héctor Herrera, Guillermo Ochoa, Alfredo Talavera, Héctor Moreno y Rodolfo Cota y Rodolfo Cota; los jóvenes Carlos Rodríguez, Jesús Angulo, César Montes, Roberto Alvarado, Uriel Antuna, Alexis Vega, así como Rogelio Funes Mori, Luis Romo y Henry Martín. A la espera del resto de convocados, el Tri se concentrará en la ciudad española para jugar dos partidos amistosos contra Irak y Suecia, el 9 y 16 de noviembre.
En Pachuca, sobre la Plaza Independencia, el autobús de los campeones se abre paso entre miles de aficionados que celebran en las calles la conquista de su séptima estrella. Los jugadores, trofeo bajo el brazo, son vitoreados a lo largo de cuatro kilómetros, del estadio Hidalgo a la avenida Benito Juárez, por una multitud que no duerme tras la final de vuelta con el Toluca. El grito de “¡Tuzos, Tuzos!” se replica tanto en el ánimo de los automovilistas, que estos no encuentran más remedio que hacer resonar sus bocinas para acompañar el paso del equipo. El desfile triunfal de los flamantes monarcas de la Liga Mx tiene como grandes ausentes a los juveniles Erick Sánchez, Luis Chávez y Kevin Álvarez, quienes reportaron temprano con la selección mexicana para realizar el viaje hacia Girona, último destino previo a la Copa del Mundo.
Los tres son el presente y futuro de nuestra institución, afirma el presidente del club, Armando Martínez, sin que esto descarte la posibilidad de su salida a Europa. “Hasta ahora no hemos recibido ninguna oferta –aclara el directivo– pero ellos saben que no vamos a cerrarles la puerta”. En la parte alta del autobús, el técnico Guillermo Almada es reconocido como la mente maestra de los Tuzos, rasgo en el que coinciden sus jugadores.
“¿Qué tiene de especial Almada?, reflexionaba Erick Sánchez horas antes de despedirse de sus compañeros; “Yo diría que la oportunidad que nos brinda a los chavos, algo que todo jugador quisiera de sus entrenadores. Él también se merecía una recompensa por su trabajo”.
La posibilidad de ver al uruguayo en el Tricolor, en caso de que el técnico Gerardo Martino no renueve su contrato al finalizar la Copa, entusiasma no sólo a Sánchez, sino también a Chávez y Álvarez. “Hay que respetar procesos. Ahorita está el Tata, hay que apoyarlo y respetarlo porque él es quien nos va a dirigir en el Mundial. Pero después, si el profe no sigue, me gustaría ver en la selección a Almada”, agrega el mediocampista.
Seguido por clubes europeos, entre ellos el Porto, Chávez dijo verse “en la lista final del Mundial y jugando en Europa, es un sueño que quiero cumplir. A su vez, Kevin Álvarez indicó: “Es bueno encontrar un profe que crea tanto en nosotros para darle alegrías a esta gente. Un hombre que puede dirigir al Tricolor”.