Preguntas a 20 años del ataque a las Torres Gemelas
¿Dónde estabas o qué hacías la mañana del 11 de septiembre de 2001? Catástrofe planetaria. La más pura insensatez humana. De acuerdo con el recuento oficial murieron 2 mil 973 personas.
Me encontraba en la Central del Sur, pasadas las 7 de la mañana, esperando a un colega para viajar a Cuernavaca a realizar una visita de trabajo. El colega llegó tarde, pero alcanzó a subir al autobús y me preguntó: “¿Ya sabes lo que pasó ahorita en las Torres Gemelas en Nueva York?”. Mi respuesta fue negativa. “Parece ser que un avión se estrelló contra una de las torres”, agregó.
Al llegar a la cita de trabajo, los monitores en la recepción de la empresa mostraban las escenas angustiantes. Un segundo avión se había precipitado sobre la otra torre. Entonces empezó la repetición hasta el hartazgo del ataque terrorista. Las preguntas iniciaron: ¿era el castigo que Estados Unidos merecía después de tanta tropelía y destrozos efectuados en varios países del mundo? ¿Por qué sucedió esto en el país con el espacio aéreo más vigilado y controlado del mundo? ¿Por qué un segundo avión, 20 minutos después, con la logística de los estadunidenses ya con un antecedente? ¿Por qué las dos torres y el rascacielos WTC 7 se desplomaron en caída libre, después del impacto, rompiendo todas las leyes de la física?
Y surgió la pregunta fundamental: realmente, ¿qué fue lo que sucedido en ese día histórico y trágico?, pero lo único real fue que era el pretexto ideal para Estados Unidos de intervenir y hacer la guerra a los países que son importantes para su política global.
A 20 años, las preguntas están vivas, esperando respuesta. La Jornada, en su edición del 12 de septiembre de 2001, informó del atentado con una portada magnífica llena de periodismo objetivo e imparcial. Encima de una fotografía, que refleja el desastre, está la palabra que interroga ¿QUIÉN? La semántica refleja el hecho.
Arturo García Alcocer
Mentira de Bush costó la vida a su hijo
Se cumplen 20 años del momento en que inició el cambio de vida en Estados Unidos y el mundo entero.
George W. Bush, en una venganza absurda, comenzó una guerra contra Afganistán con la excusa de capturar a Bin Laden. Un costo de 2.3 mil billones de dólares y más de 3 mil 400 muertes de soldados invasores. Se da muerte a Bin Laden el 2 de mayo de 2011, pero nunca mostraron evidencia alguna, cosa que sí hicieron con Sadam Hussein y, aun así, Estados Unidos continuó nueve años más ocupando Afganistán, causando más pérdidas de vidas humanas y entregando el poder a los mismos contra quienes se luchaba, el talibán. En 2003, Bush atacó al pueblo de Irak, ¿la excusa? Armas de destrucción masiva, las cuales NUNCA se hallaron ni existieron. Comprobado es que Bush mintió al mundo y esa mentira costó la vida de más de 4 mil militares, entre ellos la de mi hijo Jesús, originario de Tijuana, en suelo iraquí en marzo de 2003.
Fernando Suárez del Solar, San Diego, California
Felicita a Cuba por vacunar a su niñez
Cuba sigue dando lecciones al mundo con la vacuna Soberana 3 para la niñez. En Cuba sí quieren a los niños y para antes de iniciar el ciclo escolar terminaron de desarrollar la vacuna soberana 3, que aplicarán a los niños y niñas de 2 hasta los 18 años de edad. Esto es amor por los que son el presente y el futuro de Cuba, que ya son 15 millones de cubanos, esto es producto de la revolución cubana.
Ahora lo que sigue es que nuestro canciller Marcelo Ebrard Casaubón se ponga en contacto con el gobierno de Cuba para comprar las millones de dosis necesarias para vacunar a la niñez de México. Soberana 3 es la primera vacuna anti-Covid en el mundo para la niñez, allá en Cuba la niñez sí importa, mil felicitaciones a Cuba y a sus investigadores farmacólogos. ¡Viva la revolución cubana!
Rodolfo Ceballos San Miguel
Revictimización de profesores de la UNAM
El 10 de septiembre, en un video que se transmitió por la plataforma Ciencias TV, se hizo pública la denuncia de hechos probablemente considerados faltas a la legislación universitaria en que incurre esa plataforma. Se difundió el oficio que giró el jurídico al profesor contratado para ese proyecto multimedia, revictimizando a las personas que somos parte de la denuncia al poner nuestros nombres, un error grave del jurídico de la Facultad de Ciencias.
En el video, se acepta que se usa la plataforma para promover el movimiento UNAM no paga, con el que no tengo conflicto, simpatizo y soy parte activa. Se admite que se usa la que recibe financiamiento de la Facultad, no redes sociales independientes. El contrato es muy claro en sus objetivos: difundir los proyectos científicos de la Facultad, si el fin es tan acotado para los fines que se tienen, no debió firmarse, ¿o se les obligó a hacerlo?