La legitimación de los contratos colectivos de trabajo (CCT) a la que están obligados los sindicatos es independiente de la elección de sus directivas, toda vez que esta última se tendría que dirimir por la vía judicial ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje, señaló Alfonso Bouzas, coordinador del Observatorio Ciudadano de la Reforma Laboral.

Establecidos en la reforma de la Ley Federal del Trabajo (LFT), en mayo de 2019, ambos mecanismos contemplan en la práctica varios cambios trascendentales, particularmente los ejercicios deben desarrollarse mediante el voto personal, libre, directo y secreto de los trabajadores.

En entrevista, el también académico especialista en materia laboral explicó que, en términos prácticos, la legitimación de los CCT implica que los trabajadores manifiesten su voluntad y respaldo al convenio bajo el cual se rigen sus relaciones laborales.

Independientemente de si lo firmó “un sindicato auténtico o uno simulado”, el documento existe y de lo que se trata es “saber si los trabajadores desean mantener sus relaciones” y condiciones de trabajo.

Según datos oficiales, de los alrededor de 500 mil contratos colectivos, sólo mil 440 han sido avalados por los trabajadores. Cabe recordar que el plazo establecido en la LFT para cumplir con esta disposición vence el 2 de mayo de 2023.

El proceso de legitimación de los CCT era realizado anteriormente por la Secretaría del Trabajo; sin embargo, a partir del 1º de mayo pasado el Centro Federal de Conciliación y Registró Laboral (CFCRL) asumió por completo la responsabilidad.

En el caso de la elección de las dirigencias sindicales, Bouzas señaló que implica el hecho de que un “sindicato opositor” con registro oficial dispute la titularidad mediante un juicio.

Así, mientras los contratos colectivos avanzan administrativamente ante el CFCRL y se legitiman, la elección de las directivas sindicales se ratifica por la vía judicial cuando son cuestionadas por los trabajadores.

Uno de los objetivos de la legitimación de los CCT es que los trabajadores conozcan el contenido de los mismos y la depuración de “contratos de protección”. Del medio millón de convenios mencionados que están depositados en las Juntas de Conciliación y Arbitraje, se estima que 80 por ciento eran producto de “negociaciones simuladas y eran firmados a las espaldas de los trabajadores”, según la STPS.

La validación o no de los CCT es considerada “la llave de acceso al nuevo modelo laboral”, y si al desarrollarse este ejercicio la mayoría de trabajadores decide no estar de acuerdo con su contenido, éste deja de tener “vida jurídica, pero todos los derechos que se tienen se respetarán a través de contratos individuales”.