Londres. El grupo de las siete economías más grandes del mundo (G-7) tiene previsto aprobar en el documento final de la cumbre, que celebra en el condado de Cornwall, la donación de al menos mil millones de vacunas contra el Covid-19 para contribuir a inocular a 80 por ciento de la población adulta del mundo en el último año, informó la agencia Bloomberg, que tuvo acceso a una versión del comunicado final de la reunión.
Funcionarios británicos redactaron un plan cuyo objetivo es poner fin a la pandemia en diciembre de 2022, que servirá de base para las pláticas de los líderes mundiales a partir del viernes.
Además, trascendió que Estados Unidos comprará 500 millones de vacunas Pfizer y las compartirá en el mecanismo Covax para que sean donadas a 92 países en desarrollo y a la Unión Africana durante el próximo año, de acuerdo con una fuente cercana al gobierno del presidente Joe Biden, quien hará el anuncio oficial hoy en un discurso antes del inicio de la cumbre del G-7.
Este año se compartirán 200 millones de dosis, suficientes para proteger completamente a 100 millones de personas –la vacuna requiere dos dosis–, y el resto se donará en el primer semestre de 2022, comentó la fuente.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, declaró ayer que Biden se comprometió a compartir vacunas porque es en beneficio de la salud pública y los intereses estratégicos de Estados Unidos. En su primer viaje al extranjero, el jefe de la Casa Blanca pretende mostrar “que las democracias son los países que mejor pueden aportar soluciones a la población de todo el mundo.”
Los grupos internacionales de salud pública intentaron aprovechar la cumbre del G-7 para presionar a las democracias de las naciones más ricas a que hagan más para compartir vacunas con el resto del mundo, y los planes de Biden suscitaron elogios inmediatos.
“Estados Unidos ha vuelto”, aseveró ayer Biden a su llegada a Reino Unido, primera etapa de una gira europea. “Vamos a dejar claro que las democracias del mundo están unidas para afrontar los retos más difíciles”, afirmó el mandatario.
Dijo estar “comprometido con la defensa de nuestros valores”, y advirtió a Rusia que aunque Estados Unidos no busca conflicto, responderá con firmeza cualquier tipo de ataque. Biden tiene previsto reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, el próximo miércoles en Ginebra.
Tras el G-7, Biden será recibido el domingo por la reina Isabel II en el castillo de Windsor. El mandatario irá después a Bruselas.
Al arribar a Reino Unido, Biden aseguró que su gobierno está comprometido con el artículo 5 de la Organización del Atlántico Norte, que establece que un ataque contra uno de los países miembros se tomará como una agresión contra todos los aliados.
