La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) marcó un récord durante 2020 al bloquear 21 mil 375 cuentas bancarias asociadas con actividades ilícitas, la cifra más alta en sus casi dos décadas de existencia. Si se agregan las acciones realizadas en el resto de la presente administración, se ha bloqueado un total de 37 mil 272 cuentas a 5 mil 337 sujetos, lo que supuso paralizar más de 6 mil 687 millones de pesos –4 mil 713 millones de pesos directamente y mil 974 millones a terceros relacionados–. Además de los bloqueos, esta dependencia ha presentado denuncias contra 2 mil 166 sujetos: mil 77 personas físicas, 884 morales y 205 servidores públicos.
En un foro para conmemorar los 17 años de la UIF, su titular, Santiago Nieto Castillo, señaló que el repunte de los bloqueos se explica en parte por la colaboración de las autoridades mexicanas, la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) y otras agencias estadunidenses en un gran operativo contra el cártel Jalisco Nueva Generación ( CJNG). Cabe recordar que el año pasado la DEA clasificó al CJNG como la tercera organización criminal más peligrosa del mundo, con un alcance, a juicio de Washington, sólo por detrás de las mafias rusa y china, por lo que el debilitamiento de su estructura financiera es una prioridad a escala nacional e internacional.
Por otro lado, la mayor actividad de la dependencia responde al incremento en actividades ilícitas derivadas del confinamiento por la pandemia del Covid-19, las cuales van desde el fraude cibernético y las estafas relacionadas con ventas de medicamentos para tratar el coronavirus, hasta fenómenos tan execrables como la pornografía infantil.
La cifra de cuentas bancarias bloqueadas en 2020 es impresionante en sí misma, pero también sirve como indicativo de la importancia que ha cobrado la Unidad de Inteligencia Financiera en la estrategia del gobierno federal para atajar tanto la corrupción en todas sus modalidades, como la delincuencia organizada que gravita en torno al narcotráfico.
En cuanto a la contribución de la UIF en la desarticulación de los cárteles y la reducción de la violencia desbordada que azota a grandes porciones del territorio nacional, el propio Nieto apuntó que, además de minar las finanzas de los grupos delictivos, se requiere una política que evite la introducción a México de armas ilegales, 70 por ciento de las cuales proviene de armerías estadunidenses.
Está claro que los bloqueos de cuentas y las denuncias presentadas por la dependencia que encabeza Santiago Nieto no bastan para avanzar en la disminución de los índices criminales y en el fin de la impunidad con que históricamente se han saldado los actos de corrupción, pues tales esfuerzos deben acompañarse de la buena praxis de fiscalías y juzgadores, a quienes toca fincar responsabilidades y dictar sentencias.
Cabe esperar que todas las instancias involucradas realicen un trabajo conjunto con el propósito de que estas acciones se traduzcan en los resultados largamente anhelados por la ciudadanía.