Indicador clave del crecimiento y el desarrollo inmediato y futuro de un país es el nivel de inversión fija que realiza. México arrastra de muchos años atrás un pobre desempeño en la materia, agravado en 2019 con una baja en la inversión total de -4.6% y no se diga en 2020 con -18.2% (Gráfico 6), tema sobre el cual ya argumentamos en la primera parte de este Reporte.

La disminuida inversión fija de 2020 totalizó 2.927 billones de pesos, de los que 57.8% fue a construcción y 42.2 a compra de maquinaria y equipo, proporción similar a la de los años previos. La caída en la inversión total (-18.2%) sólo es inferior a la de 1995 (-35.8%) (Gráfico 7).

La construcción tuvo, asimismo, una contracción de -17.4%, sin precedente desde 1995 (-37.7%) (Gráfico 8). De sus componentes, la residencial (vivienda) cayó -15.0, y la no residencial (oficinas, carreteras, naves industriales, puentes, irrigación, obras públicas,...) -19.7%

La inversión en maquinaria y equipo – la más directamente productiva – cayó -19.3 en 2020 (Gráfico 9), también con único precedente en 1995 cuando se desplomó -40.7%. Por origen, las compras nacionales cayeron -23.5% y las de importación -16.4

A precios constantes (sin inflación), la inversión fija total fue en 2020 de 2.927 billones de pesos (Gráfico 10), cifra equivalente al nivel de inversión de 2005-06; tal fue el impacto pandémico. Grave también es la decreciente participación pública en la inversión total que en 2014 fue de casi 20% para bajar a 13.3 en 2019 y a 15.0 en 2020.

México está pasmado desde hace décadas en una inversión fija total en torno a 21% de su PIB, porcentaje que en 2020 bajó a sólo 18.8% de un PIB disminuido, al cual el sector privado aportó 16.2% y el sector público apenas 2.6% del PIB.

China es China porque tiene una economía mixta eficiente, planifica e invierte 42.6% de su PIB (2019), poco más del doble de 20.7% de México en ese año; Corea del Sur invirtió el 30% de su PIB e India 27% (Gráfico 11). Otras economías maduras con menores requerimientos de inversión fija que México también nos superan: Noruega 26.1%, Francia 23.6 y hasta Estados Unidos 20.8%. Superar nuestro enorme rezago en infraestructura, energía, vivienda, agua (saneamiento y riego), servicios públicos, industrias, hospitales, escuelas,... requiere una inversión fija consistente en torno a un tercio del PIB, y un tercio de ese tercio debería ser inversión pública basada en una captación fiscal justa, eficiente y progresiva.

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