El hambre y las deudas han obligado a que adultos mayores que se desempeñaban como empacadores en tiendas de autoservicio salgan a las calles a pedir dinero, a pesar de que la Ciudad de México se encuentra en semáforo rojo por los contagios de Covid-19.
Con cubrebocas, guantes de látex y cartulinas en las que se lee: “Adultos mayores sin ingresos más de 9 meses. Solicitamos tu apoyo”, de lunes a viernes, en un horario de 9 de la mañana a 2 de la tarde, solicitan cooperación a los automovilistas en Paseo de la Reforma y avenida Juárez y en la calle Rosales.
Bajo los rayos del sol, con sus pequeños botes o bolsitas atadas a un palo como medida precautoria para evitar contagios del coronavirus, los adultos se acercan a los autos en busca de unas monedas para sobrevivir y también como una forma de exponer que se sienten invisibilizados.
“No pedimos limosna, nos estamos manifestando ante la sociedad y la autoridad para que tomen nota de que existimos los adultos mayores, porque pareciera que uno llega a la tercera edad y ya no es apto para trabajar”, lamentó Rafael Ruelas.
El hombre de 70 años de edad mencionó que el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores sólo ha entorpecido el regreso a su actividad y ni siquiera los escucha; además, el encierro lo ha afectado mental y emocionalmente y “prefiero estar aquí que en mi casa, porque si no me mata el Covid en la calle, en mi casa me va a matar el hambre”.
Otro caso es el de Isabel Buch, quien decidió salir de su hogar hace casi un mes debido a que hubo ocasiones en que no tenía ni para comer.
Indicó que aunque rara es la ocasión, en “un día bueno” puede juntar hasta 250 pesos y en otros 80, que le ayudan a salir adelante. Mencionó que goza de buena salud para reincorporarse a trabajar. “Yo no me enfermo de nada, ni de gripa, no soy diabética ni hipertensa”.
Otro empacador, quien pidió omitir su nombre, dijo que durante la contingencia se ha mantenido de dádivas y de préstamos familiares debido a la falta de ingresos, y que tiendas como Soriana les han apoyado con depósitos en tarjetas que les proporcionó, ayuda que comenzó con casi mil pesos semanales y se ha reducido a 50; sin embargo, dijo, en otras cadenas, como Walmart, no se ha tenido ese apoyo.
Por ello, mencionaron, seguirán “arriesgándose” hasta que se les permita el regreso a sus actividades, atendiendo todas las medidas sanitarias.