Damasco, Siria. 9 de noviembre de 2024. Los rescatistas sirios buscan a presos políticos en la cárcel de Saydnaya, un símbolo de las atrocidades durante el mandato de Bashar Al Assad, mientras los habitantes de Damasco celebran la caída del gobierno, tras una rauda ofensiva de los rebeldes.
Al Assad huyó de Siria ante la avanzada fulgurante de una coalición de rebeldes liderados por la organización islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que tomaron la capital el domingo y pusieron fin a más de cinco décadas de gobierno de la dinastía fundada por el padre de Bashar, Hafez al Asad.
Siria llevaba sumida en una guerra civil desde 2011, cuando el gobierno de Al Assad reprimió de forma feroz una ola de protestas pacíficas, lo que derivó en un conflicto que dejó 500 mil muertos y obligó a la mitad de la población a huir de sus hogares.
Los Cascos Blancos, una red de socorristas que durante el conflicto operaron en las zonas controladas por los rebeldes, informaron que buscan a prisioneros atrapados en escondites y sótanos en la cárcel de Saydnaya.
"Estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para alcanzar una nueva esperanza, y debemos estar preparados para lo peor", indicaron en un comunicado.
El gobierno que Assad heredó de su padre Hafez un complejo de prisiones usado para reprimir cualquier disidencia al Partido Baaz.