11 de mayo de 2024. La tormenta solar más potente en más de dos décadas llegó a la Tierra para generar espectaculares auroras polares visibles que maravillaron a personas en todo el mundo. El fenómeno planteó una amenaza para las comunicaciones durante el fin de semana, debido a eyecciones de plasma y campos magnéticos desde el Sol. Este evento puede afectar incluso a las palomas y a otras especies que tienen brújulas biológicas internas.