Jueves 30 de octubre de 2025, p. 15
En el mundo, las mujeres dedican 2.5 veces más tiempo a cuidados sin retribución económica en relación con los hombres, y si se contabilizara el trabajo no remunerado que ellas realizan, superaría 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) en algunos países, planteó ONU Mujeres.
El sector femenino también ocupa la mayoría de los puestos de trabajo remunerados en el rubro de cuidados: son niñeras, empleadas de hogar, cuidadoras, enfermeras y docentes. Sin embargo, estas funciones suelen ser informales, estar mal pagadas y carecer de protecciones básicas, como atención sanitaria o licencias con sueldo.
En el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo, que se conmemora cada 29 de octubre, el organismo de Naciones Unidas subrayó que “ese trabajo sostiene el funcionamiento del mundo; desde que nos despertamos hasta que nos acostamos, los cuidados dan forma a nuestras vidas, nuestras economías y nuestras comunidades. Esas tareas invisibles que hacen posible la vida cotidiana. Sin esa labor, las sociedades sencillamente se detendrían por completo”.
Pese a ello, no se reconoce su importancia ni a quienes en mayor medida la desempeñan, es decir, mujeres, adolescentes e incluso niñas.
Menores de edad cargan con responsabilidades que deben ser de todos
Sobre el papel de las menores en la realización de esas tareas, Tejiendo Redes Infancias América Latina y el Caribe expuso que ellas ven afectadas sus oportunidades de desarrollo y su salud física y mental, así como su participación social y económica por dedicarles su tiempo.
En una reflexión, indicó que sobre todo en las zonas rurales, las niñas y adolescentes suelen asumir responsabilidades que no corresponden a su edad, como el cuidado de los hermanos menores, acompañamiento de personas enfermas o mayores y la realización de labores domésticas que deberían ser compartidas por todos los integrantes de la familia.
Lo anterior deriva en que muchas sean privadas de asistir a la escuela debido a estas otras responsabilidades. Asimismo, alertó que asignarles esos trabajos a ellas, y no a los varones, refuerza estereotipos de género que les asignan el rol principal de cuidadoras.
Al respecto, ONU Mujeres apuntó que “el trabajo de los cuidados no es cosa de mujeres: es una realidad y responsabilidad de todos. La “creencia anacrónica” de que los cuidados son “cosa de mujeres” limita los derechos y las oportunidades de ese sector y supone un lastre para la sociedad en su conjunto.”
 
       
	
       
 
     









 
      
	          
	       