Caracas. Venezuela llegó a un acuerdo para reanudar los vuelos de repatriación de migrantes desde Estados Unidos, afirmó ayer el presidente venezolano Nicolás Maduro, días después de la deportación de ciudadanos de su país a El Salvador.

Los traslados se reanudarán el domingo, indicó Maduro durante un acto oficial que se transmitió por la televisora estatal.

Mañana, gracias a la perseverancia del gobierno, reanudamos los vuelos para seguir rescatando y liberando migrantes de las cárceles de Estados Unidos.

Reiteró que la detención de los migrantes en El Salvador sin haber cometido delitos, ni en Estados Unidos, y menos en aquel país, es un secuestro y responsabilizó al presidente salvadoreño Nayib Bukele por sus vidas.

La declaración del mandatario se produjo después de que la cabeza del parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, también anunció en un comunicado el acuerdo, y aseguró que migrar no es un delito y no descansaremos rescatar a nuestros hermanos secuestrados en El Salvador.

En tanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atacó a los bufetes de abogados que participan en casos de inmigración, los acusó de alimentar el fraude y de ser partidistas sin fundamento por desafiar la agenda de la Casa Blanca.

La administración Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar rápidamente a quienes, según Washington, eran miembros de la banda venezolana Tren de Aragua. El sábado pasado se deportó a 137 venezolanos a El Salvador.

Desaparecidos de listas

Una investigación que hizo el periódico Washington Post reveló que desde que el gobierno estadunidense invocó dicha ley, los detenidos ya no se pueden encontrar en la base de datos.

Los abogados han acudido a audiencias judiciales para fianza y asilo, sólo para descubrir que sus clientes están desaparecidos.

Los familiares se han visto obligados a analizar las imágenes publicadas por el gobierno salvadoreño que muestran a hombres siendo sacados a rastras de un avión, con grilletes, hacia la prisión, para averiguar si se encuentran allí, añadió el diario.

En este contexto, el Washington Post también reportó que el Servicio de Impuestos Internos está cerca de llegar a un acuerdo para permitir a los funcionarios de migración utilizar datos fiscales para confirmar los nombres y direcciones de personas sospechosas de estar en el país ilegalmente.

Según el convenio, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas podría enviar nombres y direcciones de indocumentados sospechosos al IRS para cotejarlos con bases de datos confidenciales de contribuyentes.

Mientras Trump promete deportar a millones y millones de extranjeros criminales, miles de funcionarios policiales federales de múltiples agencias están siendo reclutados para asumir nuevas tareas como agentes de control de migración, desviando los recursos de lucha contra el crimen a otras áreas, desde el narcotráfico y el terrorismo hasta el abuso sexual y el fraude, reportó Reuters tras hacer entrevistas con más de 20 agentes, abogados y otros funcionarios federales, tanto actuales como retirados.

La mayoría contaba con conocimiento de primera mano los cambios y casi todos hablaron bajo condición de anonimato.