La política migratoria establecida por Donald Trump ha incidido en que las personas en movilidad replanteen sus proyectos, aseguró Mario Monroy, coordinador de integración local del albergue Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento para Mujeres y Familias Migrantes (Cafemin).

En el Foro Internacional: Movilidad Humana y Seguridad Social, organizado por la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el maestro en migración precisó que entrevistas realizadas a personas en movilidad evidenciaron que el año pasado 65 por ciento de éstas tenían planeado llegar a Estados Unidos, y sólo 18 por ciento decía que permanecerían en México.

Ahora, sondeos efectuados en lo que va del año arrojan que 80.5 por ciento admiten que pueden encontrar opción de vida en México. Otros lo perciben como algo momentáneo para ver si se normalizan las cosas en Estados Unidos y ver si entramos.

Agregó que ahora muchos saben que no podrán llegar a Estados Unidos, y que la opción B va a ser México o incluso retornarán a su país de origen o buscarán asilo y protección en un tercer país.

No obstante, Monroy aseveró que debido a que las deportaciones no han sido realmente masivas hasta ahora, no ha habido impacto en los albergues.

Daniel McGuire, oficial senior de Protección de la Acnur, alertó que se pronostica una disminución de recursos para los grupos que brindan asistencia humanitaria, derivado de que el gobierno estadunidense recortó fondos para la cooperación internacional.