Aranceles, golpe económico // Oscuros presagios globales // México depende del vecino

ás allá de tensionar las relaciones internacionales, lo único que ha provocado el capricho de Donald Trump de imponer aranceles por todo y para todos es debilitar la de por sí endeble economía mundial, porque tal decisión ha retirado de inmediato uno de las alfileres que la sostiene. Tras ello, las bolas de cristal de los no pocos adivinadores del futuro pronostican un descenso en el crecimiento global, con ganas de llegar a una recesión que sólo deteriorará aún más las perspectivas globales, con su fuerte impacto en el sector social.
Entre los más recientes, uno de esos adivinadores, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) –de la que se toman los siguientes pasajes– advierte que la imposición de aranceles y el consiguiente aumento de la incertidumbre política y geopolítica actuarán como un lastre, en particular para la inversión empresarial y el comercio. Además, espera que el aumento de los costos del comercio se traslade gradualmente a los precios de los bienes finales, lo que ejercerá una presión adicional sobre la inflación en muchos países y obligará a que la política monetaria siga siendo restrictiva durante más tiempo de lo previsto.
Es probable que esos aranceles sean particularmente costosos para México y Canadá, debido a su mayor apertura comercial y alta proporción de intercambio con Estados Unidos. Asimismo, una mayor incertidumbre política podría frenar las decisiones de gasto de las empresas y los hogares, especialmente a largo plazo, en decisiones de inversión en capital fijo y consumo en bienes duraderos, respectivamente. En suma, los efectos directos de las tensiones en el comercio de mercancías varían de un país a otro, con mayores impactos en Norteamérica que en Europa. Un escenario de aranceles más ligeros brindaría un pequeño impulso a algunos países como las economías europeas, Corea, Australia y al crecimiento de las exportaciones de India e Indonesia.
En el caso concreto de México, la OCDE estima que la economía experimente una recesión, con una disminución de la producción de 1.3 por ciento en 2025 (ligeramente inferior al cálculo de diciembre pasado) y de 0.6 por ciento en 2026. En un segundo escenario, de aranceles con tasas más bajas, se contempla un crecimiento de 0.1 por ciento en el presente año y 0.8 en el siguiente. Lo anterior tomando en cuenta la elevada proporción de comercio con Estados Unidos, así como la desaceleración del ritmo de la actividad económica hacia finales de año. De todas las economías sobre las que se dispone de datos, el mayor aumento de la incertidumbre política se ha producido en Canadá y México.
En el plano global considera que si bien la economía mundial se mantuvo resistente en 2024, apoyada en el crecimiento de los ingresos reales y la reducción de las tasas de interés, los indicadores de actividad recientes han comenzado a apuntar a un debilitamiento, debido a cambios significativos en las políticas comerciales, la reducción de la confianza de las empresas y los consumidores en algunos países, así como presiones inflacionarias en muchas economías.
Por ello, prevé que la actividad económica mundial se reduzca de 3.3 por ciento en 2024 a 3.1 por ciento en 2025 y a 3 por ciento en 2026, en medio de mayores barreras comerciales en varias de las principales economías y una mayor incertidumbre geopolítica que pesará sobre la inversión y el gasto de los hogares.
Con relación a los riesgos para el crecimiento mundial a corto plazo, subsisten significativos factores a la baja: mayor fragmentación de la economía mundial; más barreras comerciales aumentarían la inflación; crecimiento de precios superior a lo esperado y política monetaria más restrictiva daría lugar a una revalorización disruptiva en los mercados financieros.
Por el lado positivo: un entorno de política más estable amainaría la incertidumbre; acuerdos que reduzcan aranceles de sus niveles actuales y reformas de política estructural más ambiciosas podrían fortalecer el crecimiento; el aumento del gasto público en defensa también podría respaldar el crecimiento a corto plazo, pero podría aumentar las presiones fiscales a más largo plazo.
Las rebanadas del pastel
Revela la Cepal que 48.3 millones de latinoamericanos (15.9 por ciento de la población migrante en el mundo) viven fuera de sus países de nacimiento, 55 por ciento de ellos en Estados Unidos. Entonces, claramente el cavernícola de la Casa Blanca quiere desfondar la economía de su nación al aferrase a la deportación masiva
, si bien hasta ahora los resultados de expulsión muestran más propaganda que hechos.
Twitter: @cafevega