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Gabriela Ramos, Subdirectora de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco
Debemos comprender a la sociedad para tomar decisiones políticas más justas

Cuando se está al servicio de la humanidad, por supuesto que se tienen proyectos, dice a La Jornada

Con la mira puesta en la cima del organismo de la ONU, promete cero demagogia y utilizar los acuerdos internacionales para aterrizarlos en cuestiones concretas // Pide repensar y usar la ciencia de forma distinta y no medir el progreso sólo por el PIB, el consumo o la producción

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▲“Como dice la cátedra de Albert Hirschman, debemos tener una comprensión más humana de las comunidades y sus necesidades, de un desarrollo más inclusivo, no de arriba hacia abajo, señala a este diario la mexicana Gabriela Ramos.Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de marzo de 2025, p. 6

Con la mira puesta en la cima de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Gabriela Ramos, subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas del organismo, promete cero demagogia y utilizar los acuerdos internacionales para aterrizarlos en cuestiones concretas. Cuando se está al servicio de la humanidad, por supuesto que se tienen proyectos.

Ramos está segura de que para cumplir con metas justas dentro del organismo para la educación en el mundo “hay que entender la economía no como una entelequia completamente desvinculada de los procesos sociales. No podemos medir el progreso sólo por el producto interno bruto, el consumo o la producción, debemos tener mecanismos de distribución de la riqueza más efectivos.

“Hubo una concentración enorme de la riqueza y de los ingresos que ha polarizado a nuestras sociedades, nos ha confrontado y ha creado una percepción de injusticia en muchos grupos en el mundo. Entonces, ¿qué podemos hacer? Pues justamente aceptar que muchas de las decisiones que tomamos en esa materia no tuvieron los resultados que buscamos, ni en la sustentabilidad ambiental ni en la social.

Pues entonces vamos a repensarlo y a utilizar la ciencia de una manera distinta. Utilicemos la sociología, la antropología. Comprendamos mejor a nuestras sociedades para que las decisiones de política sean mucho más efectivas y justas, sí, pero no creo que sea una cuestión de que los organismos nos hayamos perdido. Creo que al final del día son los poderes a los que sirven esas narrativas los que los utilizan para favorecer a ciertos grupos, y lo que nos toca a nosotros es tener la evidencia para tomar mejores decisiones.

–El momento actual no parece ser el mejor para el trabajo de los organismos multilaterales. ¿Cómo lo ve usted?

–La Unesco puede florecer si tenemos países que quieran un consenso multilateral. Por ejemplo, trabajamos el tema de la inteligencia artificial, 194 naciones decidieron que sí, que la inteligencia artificial debe ceñirse a los derechos humanos. Si todos jugamos en esa cancha podemos tener impacto y lo estamos teniendo, pero si hay países que prefieren la vía bilateral, que no pagan sus cuentas o que ponen presiones porque son más grandes, más poderosos, para que los acuerdos no sean en beneficio de todos los miembros, pues evidentemente los impactos son negativos.

“Hay que tener cuidado, porque los organismos internacionales surgieron justamente por la incapacidad de las naciones para evitar la guerra. Acuérdate que la Unesco promueve la paz mediante la cultura, la ciencia y la educación, y fue creada, precisamente, para evitar confrontaciones, y lo que estamos viendo en el mundo es un incremento de enfrentamientos y falta de comprensión mutual.

“Creo que hay un diagnóstico certero respecto al resultado económico que ha dejado fuera de la justicia, de la distribución equitativa y de los beneficios económicos a muchos. Esa realidad está siendo abordada de una manera que no me parece efectiva; esa realidad tendría que abordarse invirtiendo las competencias y las capacidades de los gobiernos para llevar mayores beneficios a los grupos que más los necesitan, para tener programas sociales efectivos, para invertir en educación, en los rubros y los grupos que más lo necesitan.

“Se necesitan estados y gobiernos efectivos y, sin embargo, lo que estamos viendo en muchos ámbitos internacionales es que el Estado se está retrayendo y no importa si es de derecha o de izquierda, hay falta de inversión en ciertas capacidades de los estados y ese, por ejemplo, es uno de los temas en los que estoy trabajando en la Unesco. ¿Cómo invertimos en esas capacidades de los gobiernos?

No voy a entrar en un debate trasnochado de si se requiere más Estado o más mercado, o quién pone las reglas, pero se necesita un Estado efectivo y bien preparado, con competencia, al que le inviertas. No hemos invertido en las capacidades de los gobiernos, y entonces, al final, es evidente que no hay quien asegure, por ejemplo que haya acceso a la infraestructura, al transporte. ¿Quién ha invertido en la ciencia básica? La ciencia básica que nos ha permitido tener desarrollos tecnológicos tan importantes como la inteligencia artificial. Son los gobiernos los que nos lo han permitido, así que debemos revertir un poco el modelo económico o el tipo de decisiones tan lineales que tomamos.

–¿Y entonces?

–En la OCDE se creó el programa Nuevos Enfoques para el Desarrollo Económico, debido a que muchos de los preceptos de la economía clásica no representan la realidad, no hay un ciudadano promedio, no existe; no hay PIB per cápita. Lo que existe es que 10 por ciento de los deciles más altos concentran 60 por ciento de la riqueza. No podemos seguir el precepto de que el Estado sólo debe intervenir cuando hay fallas en el mercado; esos son criterios muy econométricos, muy de los economistas clásicos que nos representan lo lineal. Llegamos a un límite en el que no puedes desvincular el proceso económico de su impacto social y ambiental.

“Frente a esa realidad me vinculé con Dani Rodrik –profesor de economía política internacional en Harvard– y con todos los pensadores que están tratando de repensar la economía de manera que dé respuesta no sólo a la producción y el crecimiento como los conocemos, sino que consideren en eso el entorno del impacto social distributivo; por eso me vine a la Unesco, porque tiene ese programa en las ciencias sociales y humanas, que es la administración de los procesos sociales. La cátedra de Albert Hirschman dice que debemos tener una comprensión más humana de los grupos humanos, de las comunidades, de sus necesidades, de un desarrollo mucho más inclusivo, no de arriba hacia abajo.”

–Hace unos días se entrevistó con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez. ¿Cómo fue su experiencia?

–Tuvimos una conversación maravillosa, como la hemos tenido con los titulares de Medio Ambiente, Ciencia, Cultura, Educación. Todos tienen proyectos muy importantes, pero la secretaria de Gobernación… me dio mucho gusto porque uno de los temas que yo tengo, que es bastante difícil, es el del racismo y la discriminación que existe en todo el mundo y en México. El clasismo y el racismo existen, y entonces mi deber es mostrarlo, decir a los países qué estamos haciendo al respecto, por ejemplo con los jóvenes en las escuelas.

Entonces, platicando con la secretaria Tuvimos una discusión muy humana, porque ella ha sido una combatiente en esos temas, ha sido una campeona, pero ella también lo ha sufrido, como lo he sufrido yo, porque ahí también esta el tema del género, de las mujeres, y hay momentos de los que tú no eres responsable y te discriminan, te hacen a un lado. Yo espero que ella nos acompañe en nuestro Foro Global contra el Racismo que va a tener lugar en Londres, en octubre.

Y luego cita a Nelson Mandela para recordar que si aprendemos a odiar, aprendamos a amar.