Martes 11 de marzo de 2025, p. 20
Bogotá. Colombia y Bolivia defendieron ayer el uso de la hoja de coca ante la Comisión de Estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Viena.
La canciller colombiana, Laura Sarabia, abogó por su exclusión de la lista de sustancias más dañinas, al argumentar que su clasificación actual no corresponde con la evidencia científica.
Colombia es el país que ha puesto los muertos de esta guerra y para nosotros no es una opción postergar un debate franco, inclusivo y respetuoso sobre la implementación del régimen de drogas
, aseguró Sarabia.
La propuesta de Colombia es parte de la política de drogas que pretende dejar atrás el prohibicionismo, que impulsa el presidente Gustavo Petro desde su llegada al poder en 2022.
Con su solicitud, Colombia se unió a Bolivia en el esfuerzo para que la ONU retire el veto a los usos tradicionales de la coca, al señalar que en su estado natural no es un estupefaciente.
Bogotá ha pedido ante la Comisión de Estupefacientes desde 2023 la revisión de la clasificación de la hoja de coca, por lo que propone sacarla de la lista de la Convención Única en 1961 sobre Estupefacientes, en la que se le aplican medidas de fiscalización y se prohíbe su cultivo.
La Comisión de Estupefacientes se compone de 53 estados miembros y tiene el mandato de decidir sobre el alcance de la fiscalización de drogas.
El gobierno de Petro considera que al sacar la hoja de coca de la lista de sustancias prohibidas se le estaría quitando el poder a los narcotraficantes que la utilizan para transformarla en cocaína y, en cambio, puede tener aplicaciones industriales.
El área sembrada de hoja de coca en Colombia alcanzó 253 mil hectáreas en 2023, según el último informe disponible de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. También aumentó 53 por ciento la producción potencial de cocaína.
Sarabia aseguró que la ciencia demostrará que la hoja de coca no es perjudicial, y consideró que un eventual estudio científico de la Organización Mundial de la Salud nos dará la razón
.
Expuso que su propuesta de sacar la hoja de coca de la lista de sustancias dañinas no implica dejar de erradicar. Tenemos metas ambiciosas de erradicación. Además, hemos puesto el foco en la interdicción de grandes cargamentos a los grandes traficantes para golpearlos donde más les duele: en sus finanzas
.
En tanto, el vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, afirmó ante la Comisión de Estupefacientes de la ONU que la política de la guerra contra las drogas, impulsada por Estados Unidos, fracasó en el mundo y es hora de virar hacia el respeto a los derechos humanos y la vida.
Subrayó que la solución no está en la represión indiscriminada que se ejerce con fuerzas policiales y militares, sino en una política de drogas que respete los derechos de los pueblos, la biodiversidad y la soberanía de los estados.
El gobierno boliviano erradicó el año pasado 10 mil hectáreas de cultivos de hoja de coca excedentarias a las 22 mil hectáreas que tiene autorizadas.