La reforma al Poder Judicial es el primer paso hacia la transformación de un sistema de justicia que ha quedado a deber a la ciudadanía, que lo ve como corrupto, lento e ineficaz y sólo preocupado por defender sus privilegios de casta, señaló Eduardo Santillán Pérez, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista, subrayó que esos vicios han tenido como consecuencia que el acceso a la justicia sea un derecho para unos cuantos, pues, por ejemplo, el amparo se ha convertido en artículo de lujo; además de la imposibilidad de que las personas de escasos recursos puedan tener una defensa adecuada.

Por otro lado, el también ex legislador local y ex jefe delegacional en Álvaro Obregón, criticó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se ha conducido en los últimos años como una oposición política a los poderes públicos, cuando su función es salvaguardar la Constitución mexicana.

Es lamentable ver juzgadores presumiendo autos de lujo, joyas. Me parece que cuando no hay sanción por actos de corrupción se genera una cultura no solamente del privilegio, sino de la impunidad, manifestó.

Por ello, confió en que la elección en el Poder Judicial tendrá un cambio de tener juzgadores que asumen –como sucede– una actitud de soberbia intelectual, que no le deben nada a nadie y no tienen que rendir cuentas, a funcionarios que además de las capacidades técnicas, tendrán una responsabilidad con el pueblo.

En el Poder Judicial, durante mucho tiempo hubo tráfico de influencias muy fuerte, y parte de las prebendas del viejo régimen eran el otorgamiento de plazas de jueces y magistrados con criterios políticos. Entonces, me parece que esto implicará un cambio, hará visible la actuación de los juzgadores y la ciudadanía podrá reconocerlos o sancionarlos por su actuación.

Al señalar que está convencido de que la ciudadanía tiene capacidad de tomar decisiones, agregó que la elección será un parteaguas en la historia constitucional del país, porque nos va a demostrar que el poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.

Santillán Pérez manifestó que para consolidar la transición democrática del país es necesario transformar el sistema de procuración e impartición de justicia de acuerdo con la nueva realidad; y eso, puntualizó, es lo que plantea la reforma al Poder Judicial, hacerlo más eficiente y sensible, con jueces más independientes, que entenderán más la utilidad de la justicia en la vida cotidiana.

Se trata, añadió, de acabar con los privilegios, el nepotismo, la corrupción y que el Poder Judicial deje de actuar como oposición a los poderes públicos; el reto es hacer que la justicia sea accesible a todos los mexicanos por igual, pues hoy día la mayor parte de quienes están privadas de su libertad son jóvenes, personas de escasos recursos y bajos niveles de educación.