Sábado 8 de marzo de 2025, p. 5
Al haber una mujer en la Presidencia, ahora las niñas tienen un nuevo referente sobre lo que pueden lograr en el futuro, y eso no es asunto menor, pese a que todavía desde las inercias patriarcales se siga repitiendo la idea de que ellas no son aptas para ciertas responsabilidades y disciplinas, planteó Paola Gómez, oficial de Educación del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
De cara al Día Internacional de la Mujer (8M), la funcionaria de Naciones Unidas dice a La Jornada que en la actualidad, sobre todo las niñas más chiquitas, tienen otros referentes: saben que hay una presidenta (Claudia Sheinbaum Pardo), cosa que no tuvimos las generaciones anteriores, cuando las mujeres no llegaban a altos cargos en el gobierno
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En el país “estamos viviendo un parteaguas, porque la presidenta Sheinbaum no sólo es la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de México, sino que es una científica. Eso es una señal importantísima para las millones de niñas que están queriendo estudiar algo diferente o que además quisieran tener un cargo de poder; lo están viendo, ella es la role model (modelo a seguir) por excelencia”.
La experta en temas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) destacó que en México sólo 35 por ciento de quienes egresan de las profesiones STEM son mujeres, lo que no debe seguir ocurriendo, no sólo porque ellas son capaces de estudiar esas disciplinas, sino también porque esas áreas tienen los empleos mejor pagados.
Es necesario también incentivar la igualdad de género desde el tema económico. Las mujeres se decantan más por las humanidades, por otro tipo de carreras, y los hombres están abriendo brecha en los empleos donde se gana más. Entonces, sí es importante trabajar para que las niñas conozcan estas disciplinas y se inspiren en otras mujeres que estén en esas carreras y allanarles el camino.
El estudio Cracking the Code (Descifrando el código), de la Unesco, nos dice que las niñas a partir de los seis años ya sienten que no son igual de buenas que ellos en matemáticas y ciencia, porque vamos creando en los imaginarios colectivos de las infancias esos estereotipos
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Esa idea se refuerza cuando se les inculca: tú debes jugar a las muñecas y a la casita, hacer la comidita. Todo esos mitos se refuerzan desde las escuelas y la sociedad. Muchas pequeñas están comprando esas mentiras
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Cracking the Code demuestra ampliamente que no existe base científica que apunte a que el cerebro femenino no tiene aptitudes matemáticas o que los niños pueden aprender mejor una materia que las niñas, o que éstas sólo tienen habilidades o aptitudes para otras. Las materias no tienen género; es importante repetir a las menores que no sólo pueden estudiar lo que quieran, sino que también pueden dedicarse a lo que quieran
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