“Somos men friendly”, advierte un letrero en la entrada de una librería de espíritu bien definido en el centro de Coyoacán. Desde su nacimiento, U-Tópicas promulgó dar espacio a las obras hechas por mujeres, tanto en literatura, arte y títulos sobre feminismos, con temas que se extienden a derechos humanos y movimientos sociales.

En entrevista, sus fundadores Martha Hernández y Luis Gabriel Castro, madre e hijo, exponen que no tiene puertas cerradas ni fronteras; en cambio, es de carácter divulgativo, que intenta llegar a los no convencidos, porque creemos que sin transformar conciencias nos quedamos estancados; no queríamos ser un búnker ideológico, queremos huir de eso.

Así que es una librería feminista, que abre la puerta a todos, a este emprendimiento familiar que se inició en 2018.

El 8 de marzo es sin duda una fecha relevante. Este día, Martha y Luis se quedan en la librería, mientras el personal está libre para asistir a la marcha que se realiza anualmente. Días antes, como el pasado domingo 2 de marzo, invitan a realizar carteles.

Cuando empezamos era muy difícil escuchar sobre las marchas del 8M, hace siete años, más o menos. El 8M no llenaba plazas. Entonces hubo un auge y fuimos creciendo al mismo tiempo, adaptándonos a lo que lectoras y lectores estaban buscando, gran parte gracias a las recomendaciones de quienes nos visitaban. Así conocimos a muchas autoras, temas, editoriales, y fuimos ampliando el catálogo.

Un pequeño local en la calle Miguel Hidalgo, donde en tiempo de pandemia con aforo limitado sólo podía recibir a un par de personas en su interior, después de un tiempo en Aguayo, transmutó a un espacio mayor en su actual ubicación, en una casa en Felipe Carrillo Puerto 60, muy cerca de la avenida Miguel Ángel de Quevedo. Se realizan talleres y presentaciones, además de contar con cafetería.

Luis rememora que U-Tópicas surgió cuando nos dimos cuenta de que había una necesidad cultural y política de impulsar la literatura escrita por mujeres, por un lado, y también de difundir libros que contuvieran herramientas teóricas y prácticas sobre la defensa de derechos, especialmente de las mujeres.

Al principio sólo había obra cultural realizada por ellas, así como estudios de género y feminismos. Pero comenzaron a comprender que había temas relacionados que se debían incorporar para no tener una perspectiva reductiva, y se expandieron a libros sobre estudios latinoamericanos, antirracismos, ecología y del movimiento LGBT, para formar un catálogo muy plural, conectado por el eje de la defensa de los derechos sociales y humanos.

Estamos creciendo

Es un esfuerzo titánico el que hemos hecho, con enorme cariño y emoción, no ha sido nada de sufrimiento, afirma Martha en una conversación en el jardín del negocio, del que también forman parte sus hijas.

Muchas autoras, así como visitantes, llegan de otros lugares. Después de estos años las personas ya entienden de qué se trata U-Tópicas. Aunque como cualquier librería independiente, mucho más por ser especializada, las utilidades son bastante reducidas. Sí, estamos creciendo. Es algo que nos enorgullece, pero nos ha costado mucho trabajo y dinero.

Recientemente, U-Tópicas también se convirtió en editorial, con el lanzamiento de seis títulos en el primer año y con 10 más por venir en 2025, entre ellos Este puente, mi espalda, antología de ensayos, narraciones y poemas de mujeres chicanas, latinas, indígenas, asiáticas y africanas publicado en 1981 en Estados Unidos, libro fundacional y de referencia para los institucionalistas que se llaman tercermundistas.

Se trata de una nueva traducción del libro difícil de encontrar, que se suma a uno de Angela Davis contra las cárceles y otro más de Vandana Shiva, activista india en favor del ecofeminismo.

El proyecto editorial es el puntero que tenemos ahora y a lo que apostamos con más énfasis, porque tiene mayor impacto al tener sus textos en muchos lados, en el que continúan su búsqueda por ediciones perdidas, que muchas veces se distribuyen como archivos pdf o sin traducir.

Un rasgo que define los muros de la librería son más de 150 retratos de mujeres que nos inspiran, a las cuales llamamos utópicas porque en algún momento cada una encontró una vocación que parecía imposible. Muchas lo alcanzaron, o casi, y en el camino hicieron cosas increíbles.

Ahí están los estantes repletos de nombres de autoras. ¿Por dónde empezar a conocer más sobre feminismos? Una opción, muestra Luis, es Conceptos clave en los estudios de género, con dos volúmenes coordinados por las investigadoras Eva Alcántara y Hortensia Moreno. Otra, que tiene humor y sinceridad, con un título provocador, es Coger y comer sin culpa, de María del Mar Ramón, sobre el placer y su reivindicación como derecho a la alegría y al vivir bien.

Una propuesta amena es Desde los zulos, de Dahlia de la Cerda, autora mexicana que recientemente publicó Medea me cantó un corrido, y quien hace unos días se anunció como finalista al Premio Booker Internacional por Morras malditas.

Una vez un hombre se acercó en un bazar donde U-Tópicas plantó su letrero, antes de huir jalando a sus niñas, reclamó airado: ¿A poco ustedes son feministas? ¿Apoyan que se pinte y se rompa el patrimonio? Entonces, alcanzaron a decirle, cuando sus hijas estén mayores de verdad que usted va a necesitar que este sea otro país.

Dejar de ser un lastre que la gente se considere feminista es parte del camino de este sueño. Esto ya no es únicamente una librería o una galería. Es una comunidad muy viva y vibrante, que todo el tiempo está proponiendo.