Las complejidades de la adolescencia, agravadas por problemas actuales y urgentes de ser atendidas, como la violencia sexual, el acoso escolar y la incomunicación familiar son llevadas a escena en Clic: Cuando todo cambia, que estrenará mañana en el teatro Orientación Luisa Josefina Hernández del Centro Cultural del Bosque (CCB).

Con dramaturgia de la mexicana Amaranta Osorio y la española Itziar Pascual, esta obra llega a México después de obtener reconocimientos en España y de haberse presentado en Argentina, en una coproducción entre la compañía Teatro Luna de Papel y 25 Producción, apoyada por el Efiartes.

La dirección escénica está a cargo de Sandra Rosales, experta en teatro para niños y jóvenes, quien tiene su primera experiencia en una propuesta destinada de forma específica al público adolescente, rubro que considera un pendiente de atender en México.

El teatro para jóvenes audiencias ha crecido muchísimo; hay una amplia cartelera de trabajos maravillosos, pero aún nos falta como creadores escénicos acercarnos a los adolescentes. Justo en esa etapa, entre los 12 y los 15 años, es cuando están creciendo, enamorándose y descubriendo el mundo y su sexualidad, señala en entrevista.

Es un reto muy grande desde el lenguaje escénico para que ellos se identifiquen; en este caso es una experiencia gozosa, pero también cuestionadora. Pensando que tendremos mucho público familiar, creo que además puede ser una puerta al diálogoy a la conversación entre padres e hijos.

La también actriz asume como desafío esta nueva experiencia, no sólo por la complejidad de la temática de la obra, sino porque los jóvenes están acostumbrados al muy vertiginoso ritmo de las redes sociales y el Internet.

Todo pasa tan rápido ahora; entonces, de alguna forma tiene que ser una puesta que mantenga su atención y que hable de las problemáticas que viven. En este caso, se trata de tres personajes adolescentes y dos papás, donde los primeros van mostrando conflictos que tienen que ver con la violencia, el abuso sexual y el acoso, explica.

A partir de eso y de la relación con los padres el público puede identificarse. Un proyecto como éste es un reto muy grande, porque casi no hay obras para ese tipo de público; los adolescentes son muy exigentes y están justo en una momento de crecimiento y de búsqueda de su identidad.

Beneficiaria del Programa Sistema Nacional de Creadores de Arte 2022-2025, Sandra Rosales define a Clic: Cuando todo cambia como un llamado a escuchar a los jóvenes, a acercarnos a ellos con empatía y responsabilidad.

Refiere que la puesta está concebida como un viaje emocional que combina poesía, música original y actuaciones conmovedoras. Es una propuesta teatral que ofrece un espacio para reflexionar sobre los retos, miedos y transformaciones de la adolescencia, una etapa crucial en la vida de todo ser humano.

Dado que el texto original está ubicado en España, el montaje fue adaptado al contexto de nuestro país, sobre todo en cuanto a las expresiones verbales: Me interesó la problemática universal; por ejemplo, que la violencia se puede vivir en todos los estratos económicos, así como el abuso sexual y el acoso. Es decir, son problemas que no están determinados a un contexto, un país o por la cuestión económica. Es algo más abierto a la condición humana.

Si algún mensaje deja esta obra, en palabras de la creadora escénica, es que la vida no está determinada y siempre existe posibilidad de cambio: Es importante mostrar que todos podemos transformar las situaciones y escribir nuestra historia de otra manera. Creo mucho en eso, aunque parezca romántico u utópico. Es decir, que los jóvenes sepan que tienen la posibilidad de actuar; en este caso, por ejemplo, de denunciar, no callarse, hablar con sus padres y autoridades.

La obra se mantendrá hasta el 4 de mayo, con funciones sábados y domingos a las 12:30 horas en el recinto ubicado atrás del Auditorio Nacional.