Los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a México, afectan las economías de ambos países, por lo que es indispensable que el gobierno de Claudia Sheinbaum pondere represalias que no inflijan más afectaciones a las familias mexicanas, específicamente a las de menores recursos, advirtió Fernando de Mateo, experto en comercio internacional.

Para el representante permanente de México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), el gobierno de nuestro país debe evitar poner gravámenes a importaciones de insumos básicos de la producción de bienes y servicios destinados al mercado interno o a las exportaciones de productos claves, como las manufacturas.

De acuerdo con datos del Banco de México, en 2024 el valor de las exportaciones de México ascendió a 617 mil 99 millones de dólares, de las cuales, 84 por ciento tuvieron como destino Estados Unidos. Del total, 360 mil 536 millones de dólares fueron manufacturas y 193 mil 907 millones ventas automotrices.

La Casa Blanca anunció ayer que retrasará un mes la imposición de aranceles de 25 por ciento sobre automóviles procedentes de México y Canadá.

Mensaje a los republicanos

Además de cuidar no hacer más daño a la población mexicana, señala De Mateo, es preciso penalizar a los estados que más apoyan al presidente Trump; es decir, aquellos gobernados por republicanos que comulgan con las ideas del magnate.

“Hay que castigar a los que apoyan a Trump, ya sea con sus votos o con sus acciones. En suma, las represalias tienen que imponerse a bienes de consumo que no son esenciales en México y que son producidos en las entidades gobernadas por republicanos. Hablamos de productos como whisky, cítricos, helados, lácteos, artículos de lujo, etcétera.

Enfatizó en que hay consenso entre economistas y comentócratas de que Trump no sólo está afectando a México, sino también a la propia economía de Estados Unidos, tanto en pérdida del crecimiento del PIB como en el aumento de la inflación interna.

Carlos Bautista, experto en comercio internacional de la Universidad La Salle, recordó que en el anterior mandato del republicano, en medio de la renegociación del T-MEC, Estados Unidos aplicó a México aranceles al acero y al aluminio, por lo que el gobierno respondió con medidas espejo, que en aquella época consistieron en tarifas a las manzanas, árboles de Navidad naturales y ciertos tipos de aceros, entre otros.

Desde su punto de vista, el actual gobierno podría repetir algunas de esas medidas, al considerar a las mercancías que importa México.

Por otra parte, dijo, se podría utilizar un sistema de cupos de importación para permitir la entrada de mercancías con un arancel preferencial, y un vez que se llegue al límite, regresar al arancel normal, esto con la intención de no provocar el desabasto, pero limitando las exportaciones de Estados Unidos.

“Podrían comenzar procedimientos antidumping y antisubvención en la Secretaría de Economía, con la intención de aplicar mayores restricciones no arancelarias a las exportaciones estadunidenses. Inclusive”, y añadió: pueden aplicar permisos previos de importación para algunas mercancías.

El gobierno mexicano puede recurrir a medidas arancelarias y no arancelarias, incluyendo una campaña para comprar productos nacionales, y no de empresas estadunidenses, para hacer presión al gobierno de Trump, explicó.