El contrataque de México a las medidas arancelarias impuestas por la administración de Donald Trump sólo puede tener algún efecto si moviliza a los empresarios, gobernadores y legisladores, sobre todo los republicanos, de Estados Unidos, tal como sucedió hace seis años y ahora con la industria automotriz, explicaron especialistas.

En una estrategia que implica mezclar lo político con lo económico para ejercer presión, así como ha hecho la administración Trump al cerrar la herradura de sus amagos arancelarios con los temas de migración y fentanilo, México puede ir por medidas que de manera directa pongan en jaque a los sectores exportadores de los principales estados republicanos.

Estrategia de 2018

No es la primera vez que se usa al propio sector productivo de Estados Unidos y a sus cúpulas políticas para doblegar a la administración Trump. En respuesta a la medida 232 al acero y aluminio impulsada en el primer gobierno del magnate inmobiliario, el 5 de junio de 2018 la Secretaría de Economía lanzó una estrategia de represalias contra ciertos productos estadunidenses, entre los que destacaban los agrícolas.

Texas, gobernada por el republicano Greg Abbott, tiene en México alrededor de un tercio de su mercado de exportación, en el que se cuentan maquinaria, productos electrónicos, así como artículos agrícolas y automóviles. A la par, Ohio e Indiana, gobernados respectivamente por los republicanos Mike DeWine y Mike Braun, tienen en la industria automotriz mexicana uno de sus mayores socios comerciales. Igual de importante es el mercado mexicano para California, Michigan, Illinois y Arizona, estados por ahora demócratas.

El contrataque a las medidas arancelarias de Trump sólo puede tener algún efecto si moviliza a los empresarios, gobernadores y legisladores de Estados Unidos, enfatizó Jorge Molina Larrondo, experto en políticas públicas, asuntos regulatorios y comercio internacional.

Estados dependientes

Detalló que así como sucedió la víspera con la industria automotriz, al momento que empiecen a bajar los ingresos de las exportadoras, éstas ejercerán presión sobre la administración Trump para revertir sus medidas.

Algunos de los estados más dependientes de las exportaciones agrícolas son Iowa, Idaho, Nebraska, Wisconsin, Illinois y Minnesota, y desde estos puntos podría haber alguna presión, explicó Molina Larrondo.

Rocío Méndez Bautista, académica investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM, consideró que México puede aplicar tarifas espejo en productos específicos como la carne de cerdo, la manzana, la soya y las uvas, así como el acero y el aluminio. Como parte de las medidas no arancelarias se pueden considerar permisos especiales, incluso visas para ciudadanos estadunidenses.

Todo para ganar

La académica agregó que si México y Canadá convocan a la revisión de los aranceles unilaterales en un panel de resolución de controversias, tienen todo para ganar. Entonces, ¿por qué Donald Trump hace este tipo de amagos con cierta impunidad, pese al T-MEC y a los propios mecanismos de la Organización Mundial de Comercio?

El acuerdo comercial, detalló la investigadora, se puede dejar de lado cuando se argumentan temas de seguridad nacional. De ahí que se ha pretendido usar la migración y la comercialización del fentanilo como fundamento, detalló. Sin embargo, tanto Canadá como México pueden demostrar que antes de la imposición de los gravámenes llegaron a acuerdos en los cuales se comprometieron a reducir ambos flujos hacia Estados Unidos.

El capricho de imponer aranceles en definitiva es sólo para ejercer presión y obtener resultados de mayor envergadura respecto a otros temas que le interesan al presidente Trump, consideró Méndez Bautista.

Por lo pronto, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el domingo próximo –seis días después de la aplicación de aranceles por Estados Unidos– su gobierno responderá y lo hará en la principal plaza pública del país.

No hacer nada como hasta ahora no es opción, explicó Molina. Cada día México vende a Estados Unidos un promedio de mil 386 millones de dólares. De ahí que se debe actuar tan rápido como sea posible. El periodo que va del 4 al 9 de marzo ya afecta a un volumen de comercio de 8 mil 316 millones de dólares.