Con el voto de Morena y aliados, avanzó ayer en comisiones del Senado la última de las leyes secundarias de la reforma energética pendientes, la que modifica la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, para simplificar la carga fiscal en la exploración y extracción de petróleo y gas.

El dictamen tiene importancia decisiva para las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex,) ya que sustituye tres gravámenes por solo uno, el Derecho Petrolero para el Bienestar, que es una tasa que prioriza la viabilidad financiera de la empresa pública y simplifica su esquema fiscal, recalcó la morenista Laura Itzel Castillo, presidenta de la Comisión de Energía.

El dictamen de la minuta remitida por la Cámara de Diputados fue avalado por 27 votos a favor y ocho en contra y turnado a la mesa directiva del Senado, donde se votará en los próximos días.

La modificación instaura un derecho ajustable único que fija tasas de 30 por ciento al petróleo y 11.6 por ciento para el gas. A su vez, elimina de la ley los derechos de utilidad compartida, de extracción de hidrocarburos y de exploración de hidrocarburos.

Al fundamentar el dictamen, la senadora Castillo resaltó que a partir de la reforma energética privatizadora de Peña Nieto, en 2013, la carga impositiva para Petróleos Mexicanos fue inmensa; además se le endeudó de manera indiscriminada en la época oscura del neoliberalismo. Esa reforma permitió la transferencia de recursos estratégicos a intereses privados nacionales y extranjeros.

Con esta modificación, agregó, se prioriza la reinversión de manera que cada peso que Pemex genere debe destinarse a fortalecer su infraestructura, incrementar la exploración y mantener la producción de petróleo crudo y gas.

Por su parte, el senador del PVEM Waldo Fernández coincidió en que la reforma contribuye al rescate de la soberanía energética en beneficio del país y destacó que la creación del Derecho Petrolero para el Bienestar garantizará que todos los ingresos derivados de la extracción de hidrocarburos se usen en beneficio de la ciudadanía.

En contraparte, la priísta Cristina Ruiz Sandoval sostuvo que la modificación no tiene soporte financiero, y aunque a todo le quieren poner bienestar, sólo se percibe corrupción, porque sólo han saqueado a Pemex para favorecer a las familias del poder.