Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) suelen comenzar en la adolescencia y juventud y son más frecuentes en las mujeres. En México se estima que 25 por ciento de los adolescentes ha experimentado en diferentes grados algún desorden y sólo 10 por ciento buscó ayuda especializada integral.

Gabriela Cámara, presidenta honoraria de la agrupación Voz Pro Salud Mental indicó que la autoestima frágil puede llevar a modificar de forma excesiva la apariencia física para sentirse una persona más valiosa, lo que puede derivar en conductas alimentarias de riesgo como ayunos prolongados, vómitos autoinducidos, restricciones en la ingesta y consumir laxantes en exceso.

Lorena Ruiz, coordinadora de difusión de la agrupación, añadió que las redes sociales han contribuido a imponer estereotipos de belleza inalcanzables, y las jóvenes, sobre todo, buscan conseguirlas a como dé lugar, lo que ha resultado en incremento muy lamentable de estos problemas de salud mental.

Expuso a La Jornada que además de bulimia y anorexia, las más conocidas, cada vez se dan más las comilonas por ansiedad seguidas de purgas (vómitos). Ahora están de moda los ayunos intermitentes, y todo esto se puede combinar con vigorexia, que es hacer ejercicio físico de forma extenuante. Una de las principales preocupaciones es perder peso, por lo que los jóvenes desarrollan rechazo extremo al sobrepeso y obesidad.

Según la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, no existe una sola causa de los TCA, y al igual que otras condiciones siquiátricas, estos trastornos a menudo se agrupan en familias y pueden desarrollarse de manera diversa en diferentes personas. Agrega que los principales factores de riesgo se relacionan con temas biológicos, sicológicos y socioculturales, como el estigma, los prejuicios, el bullying en la infancia y los estereotipos de belleza.

Aumento en pandemia

La Organización Mundial de la Salud ha alertado de que los trastornos alimenticios aumentaron de 3 a 10 por ciento tras la pandemia, y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 evidencia incremento en los comportamientos alimentarios de riesgo entre los adolescentes en México. Estos hábitos afectan en mayor medida a las mujeres y son más frecuentes en zonas urbanas que en comunidades rurales.