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Rinden homenaje a Natsu Nakajima

Mañana se cumple un año de la muerte de la bailarina y coreógrafa japonesa

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▲ Hoy se presenta en el Pabellón Escénico del Bosque de Chapultepec la pieza Tras la sombra de pájaros, con Isabel Beteta, así como una ofrenda dancística colectiva en honor a Natsu Nakajima.Foto cortesía de Pili Pala
 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de marzo de 2025, p. 2

La bailarina y coreógrafa japonesa Natsu Nakajima falleció el 3 de marzo del año pasado, motivo por el cua se rinde un homenaje desde ayer en el Pabellón Escénico del Bosque de Chapultepec, donde destacadas figuras de la danza, como Isabel Beteta, Lola Lince y Djahel Vinaver, interpretaron piezas de butoh y también se presentó el libro Al desaparecer van naciendo, además de proyectar un documental sobre su trabajo en México en el Laboratorio de creación escénica.

Organizado por Sakiko Yokoo y Espartaco Martínez, el tributo a la creadora japonesa y una de las primeras representantes del movimiento Ankoku Butoh, junto con Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno concluye hoy.

Nakajima expresó en una de sus conferencias que el Ankoku Butoh fue una escuela excéntrica donde me dejaron aprender sobre todo lo invisible y me hicieron viajar internamente. También me permitió sentir, en el momento que nace la danza, un gran poder, un inmenso amor que me hacía superarme y unía mi cuerpo con mi corazón.

Y mencionó que los maestros de la primera generación de bailarines fueron grandes inspiradores. Tatsumi Hijikata fue un genio en coreografía y dirección escénica; era un filósofo y, además, un gran estratega. En cambio, Kazuo Ohno es un extraordinario bailarín. Cada uno tiene su color. Hijikata era como Picasso: cambiaba el estilo de sus obras cada temporada, como si fuera un camaleón; por eso sus discípulos tienen diferentes estilos, según el momento en que estudiaron con él.

En entrevista con La Jornada, Sakiko Yokoo indicó que más que un evento de nostalgia, en el homenaje los participantes compartirán el aprendizaje que dejó en sus vidas Natsu, en otras palabras, la herencia que recibieron por parte de la maestra.

Sakiko Yokoo acompañó a Nakajima en la gira que realizó del 25 de enero al 27 de febrero de 2024 y que fue organizada por la asociación eko Casa de Cultura Japonesa, de la cual es representante, con una invitación de Danza UNAM, la Compañía de Danza Experimental, de Lola Lince, así como con el apoyo de la Fundación Japón y del Teatro La Libertad.

Al recordar cómo Nakajima eligió México para compartir su legado en varias visitas que realizó al país, Espartaco Martínez comenta: “En este aniversario luctuoso no deja de ser dolorosa su partida, pero también dejó ver su vida como un acto pleno de entrega y lucidez hasta el final.

Natsu, al igual que otros maestros como Ohno, que murió a los 105 años, no dejó de bailar hasta el último día, lo que quiero subrayar con esto para los jóvenes es que, a diferencia de la danza capitalista y estética que recibe subsidio y que te tira a los 30 años porque ya no eres carne fresca, el butoh trata de reinventarte en plena conciencia, esa virtud de la longevidad que implica la vejez digna. La narrativa del cuerpo del butoh es el flujo de la salud.

Ayer en el Pabellón Escénico se presentaron las obras El sentimiento del tiempo, de la coreógrafa Lola Lince; El arcoíris en una brisa de verano, de Abraham Oceransky y Takenoko, de Djahel Vinaver.

Hoy, en el mismo lugar, a las 20 horas, se repetirán las propuestas dancísticas de Lola Lince y Djahel, así como la pieza Tras la sombra de pájaros, con Isabel Beteta, también habrá una ofrenda dancística colectiva y la proyección del video Al desaparecer van naciendo.

El Pabellón Escénico se ubica en Paseo de la Reforma s/n, esquina con av. Chivatito, col. Bosque de Chapultepec primera Sección.