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China invierte 57 mil mdd en 19 países para asegurar la hegemonía minera
 
Periódico La Jornada
Viernes 28 de febrero de 2025, p. 19

China ha invertido 56 mil 900 millones de dólares en un puñado de países de ingreso bajo y medio para garantizar su acceso a la explotación y procesamiento de los minerales clave para la transición energética y las industrias que de ella se desprenden, reportó la AIDDATA, una plataforma financiada en parte por agencias del gobierno de Estados Unidos y que da seguimiento a la inversión extranjera de la potencia asiática.

La pugna por el acceso a cobre, cobalto, níquel, litio y tierras raras (como se conoce a un conjunto de 17 minerales que son esenciales para las cadenas de suministro en las industrias verdes y de tecnología) se ha vuelto un tema de seguridad nacional para Estados Unidos, dado que la economía más grande del mundo depende del suministro chino.

Desde principios del siglo, China ha incursionado en 165 países de ingresos bajos y medios para financiar proyectos de transición verde, pero los casi 57 mil millones de dólares que involucran el acceso y procesamiento de cobre, cobalto, níquel, litio y tierras raras se concentran en 19 países participantes de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, a través de acuerdos que, según la plataforma estadunidense, son opacos y están mal documentados.

La AIDDATA detalla que en general el 92 por ciento de la cartera de financiamiento de minerales de transición impulsada a través de 26 acreedores oficiales chinos es para operaciones de extracción de minerales y sólo 8 por ciento apoya las actividades de procesamiento. Así, Pekín está asegurando el acceso a largo plazo a las importantes reservas de mineral que necesitan sus empresas nacionales de procesamiento de minerales y de producción de baterías.

América Latina en la mira

En América Latina el financiamiento de China se ve en Chile, República Dominicana, Ecuador y sobre todo en Perú, donde recientemente el presidente chino, Xi Jinping, acudió a la inauguración del puerto de Chancay, construido por la empresa china Cosco Shipping Company, con aportes de la peruana Inversiones Portuarias Chancay.

Perú –donde incluso mineras mexicanas, como Grupo México, tienen uno de sus principales centros de operación– parece el centro de un trabajo de años por controlar el suministro de minerales esenciales. Es el segundo país más rico del mundo en cobre, con alrededor del 12 por ciento de las reservas mundiales, y es ahí donde se han colocado más de un quinto de las inversiones realizadas por China para el acceso de minerales críticos.

Mina Toromocho, Mina Las Bambas, Mina Marcona, Mina Antamina y Mina Cerro Verde en suma han recibido 16 mil 580 millones de dólares en crédito de bancos chinos. Las Bambas y Toromocho –que son las más grandes– atrajeron el 27 por ciento de toda la cartera de financiamiento del sector oficial de China para operaciones minerales de transición en el mundo en desarrollo.

Prioridad al cobre

La plataforma estadunidense destaca que China ha dado una alta nivel de prioridad al cobre: el 83 por ciento de sus compromisos financieros oficiales del sector involucran operaciones de extracción y procesamiento de ese minera, pero ahora ese interés está mudando hacia el litio, dado que las baterías con iones de ese elemento son esenciales para los vehículos eléctricos, la industria de exportación estelar de la economía asiática.

En esa dirección el capital chino ha avanzado con el financiamiento a Tianqi Lithium Corporation para participar en Sociedad Química y Minera de Chile; en la mina de litio Bikita en Zimbabue y los derechos de extracción de litio en la provincia argentina de Salta; está la incursión en Bacanora Lithium, en México, y una planta de fabricación de baterías de iones de litio en Turquía.

Por otro lado, mientras los elementos de tierras raras –que ahora son el nodo de una negociación entre el gobierno de Donald Trump y el de Ucrania– representan una preocupación particular entre los países del G7 por razones de transición energética y seguridad nacional, en China se concentra 35 por ciento de estos minerales y la potencia asiática ya cuenta con el monopolio de su procesamiento, al controlar entre el 85 y 80 por ciento.

En este punto, Estados Unidos y sus aliados del G7 se han quedado atrás.

Para revertir este rezago, recomienda diversificar las inversiones globales en extracción de minerales en el extranjero, crear acuerdos competitivos para las necesidades operativas de las empresas que operan minas en el extranjero, también paquetes de financiamiento que no solo faciliten las adquisiciones de minas y construyan infraestructura mineral, así como ofrecer mejores acuerdos que los chinos a los países a los que se llegue.