Santiago. La recuperación de 94 por ciento del suministro eléctrico en Chile tardó nueve horas tras el apagón general que el martes afectó a 20 millones de personas (98.5 por ciento de la población) en 14 de las 16 regiones del país, mientras surgían dudas acerca de la confiabilidad del sistema, porque la causa de la falla fue la activación fortuita de un mecanismo de prevención, diseñado para evitar lo que finalmente ocurrió, un blackout a lo largo de 3 mil kilómetros del país.

También fallaron en cuatro oportunidades los protocolos de reactivación de la red, lo cual originó recriminaciones a las empresas eléctricas que operan en Chile, todas de propiedad privada.

A 24 horas del inicio de la crisis, aún había 51 mil clientes sin suministro, que en su punto más alto sumó 8 millones.

Desde el megaterremoto y tsunami de 2010 –de magnitud 8.8 grados– la red eléctrica no sufría un desplome semejante, cuando tardó dos semanas en recuperarse totalmente de la catástrofe.

La gravedad del colapso iniciado el martes a las 15:17 horas local, se muestra primero con la falta de electricidad y conforme pasaron las horas, la telefonía móvil y la señal de Internet se derrumbaban, porque las miles de antenas repetidoras agotaban sus baterías diseñadas para cuatro horas; dejando al país incomunicado.

La minería del cobre, que suministra el 25 por ciento de la demanda mundial, quedó inoperativa y apenas se recuperaba, al igual que muchas otras industrias, así como el comercio, particularmente al de bienes perecederos por la ruptura de la cadena de frío.

La causante

Isa Interchile, compañía de capitales colombianos que opera la línea de transmisión de doble circuito de 500 mil voltios Nueva Maitencillo-Nueva Pan de Azúcar, admitió ser la responsable. En una declaración dijo que un evento afectó el circuito entre las ciudades de Vallenar y Coquimbo, cuando transportaba mil 800 megavatios, disparando la activación no deseada de sus esquemas de protección, lo cual provocó la desconexión automática de ambos circuitos.

El presidente de ISA, Jorge Carrillo, dijo que el foco será colaborar con las autoridades chilenas en la investigación, y que no tenemos ninguna información definitiva sobre las causas.

Aseguró que tardaron 44 minutos en reactivar la línea caída, estimando que la reacción fue rápida, pero el sistema no respondió con la misma velocidad, polemizando así con otros actores.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, afirmó que se va a desarrollar una investigación para establecer las razones de esta emergencia, las sanciones que correspondan y para recomendar correcciones.

El ministro de Energía, Diego Pardow, se quejó que el restablecimiento tomó mucho tiempo, empezó a las cuatro horas y llevamos cerca de 18 y contando para la recuperación completa del suministro.

Acusó que hay responsabilidades de generadoras y del órgano coordinador, porque fallaron en reiteradas oportunidades al reiniciar y el sistema automático que coordina las distintas partes presentó numerosas fallas, agregando que los protocolos y mecanismos de emergencia no han funcionado.

Ayer trascendió un informe de julio de 2024, donde el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) advertía la existencia de una congestión en el tramo donde se originó el desplome.