Cada una a su ritmo, pero se puede, destaca
mentes que brillanen el campo científico”: Issis Romero
La académica e investigadora impulsa la presencia de niñas y jóvenes en carreras de ciencia, ingeniería, tecnología y matemáticas
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Lunes 24 de febrero de 2025, p. 7
En las ciencias exactas, como en otros campos del conocimiento, “si queremos abrir más espacios a mujeres y jóvenes investigadoras, lo primero que tenemos que hacer es eliminar las palabras ‘no se puede’ ‘no puedes’ o ‘no puedo’”, afirma la doctora Issis Claudette Romero Ibarra, experta en ciencias químicas e integrante del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), nivel II.
Coordinadora de los laboratorios de Síntesis Química y del grupo de investigación de Materiales Avanzados y Tecnologías para Energía y Medioambiente (Matea) de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (Upiita), del Instituto Politécnico Nacional, con una larga experiencia en el desarrollo de proyecto innovadores, reconoce que en sus años de formación enfrentó estereotipos de género.
En entrevista con La Jornada narra: a mí me tocaron profesores que eran ingenieros químicos de esos que iban a las plataformas petroleras para desarrollar la petroquímica. Y en aquellos tiempos todavía estaban el prejuicio y los tabúes de que las mujeres no se pueden subir a un barco o de que no pueden entrar a las minas
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Esos micromachismos, afirma, aun hoy responden a roles de género. “En mis años de estudiante me tocó escuchar comentarios como: ‘¿para qué estudian un posgrado?, mejor váyanse a casa a cuidar hijos y lavar trastes’. Me tocaron preguntas directas como: ‘¿qué ha-ces aquí?’
–Como joven estudiante, ¿cómo afrontó esos desafíos y estereotipos de género?
–Algo que a mí me impulsó fue demostrar no sólo el qué hago ahí, sino qué tengo que aprender para saber, pero también para estar arriba de esa demostración; es decir, si escucho: ‘demuestra por qué estás aquí’, pues no sólo tengo que hacer bien el trabajo, lo tengo que hacer mejor para que realmente se den cuenta del potencial de una mujer. Y creo que eso hicimos muchas chicas de mi generación en aquel momento.
“Hoy, afortunadamente, las cosas han cambiado, y en muchas esferas es muy mal visto hacer este tipo de comentarios, pero hace falta impulsar más la igualdad de género. Por eso formo parte de la Red Sembrando Conciencias, que agrupa a científicas mexicanas que hemos sido reconocidas con el premio L’Oreal-Unesco-AMC, quienes decidimos unirnos un día, justamente para impulsar a niñas y jóvenes a seguir este camino de las carreras STEM (aquellas relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas)”.
Romero Ibarra, quien se formó como química en la Universidad Nacional Autónoma de México, e inició su carrera profesional con el estudio de compuestos orgánicos con posible actividad farmacológica, para después continuar con el desarrollo de nuevos materiales con propiedades mecánicas novedosas basadas en la nanotecnología, destaca la importancia de formar a jóvenes investigadores y especialistas que afronten los desafíos actuales, entre ellos, la contaminación del agua.
Con una trayectoria que le ha merecido recibir diversos premios y reconocimientos, entre ellos el de fomento al patentamiento por el desarrollo de nanocompuestos poliméricos con potencial para el desarrollo de prótesis, incluidos válvulas cardíacas y catéteres con alto grado de flexibilidad, señala que su desarrollo académico la ha llevado a trabajar con equipos multidisciplinarios e interinstitucionales, incluida la Universidad Autónoma Metropolitana, donde trabajó con materiales catódicos empleados en baterías.
Recuerda que a partir de 2015 comenzó su trabajo de investigación en el IPN enfocado en nuevos materiales sustentables. Considera que todo este bagaje de haber migrado por polímeros, cerámicos, nanocompuestos, nanotecnología, biocombustibles, baterías, hizo posible que hoy tenga un abanico más amplio en la multidisciplina, que me permite formar lo mejor en cada alumna y alumno
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Doctora en Ciencias, Romero Ibarra reconoce que las mujeres tienen mentes que brillan
en el campo científico, pese a las barreras que aún hoy se imponen, y ante las cuales, se ven obligadas a retrasar su maternidad, que “justo coincide biológicamente, con tu mejor momento de formación en el posgrado, y que muchas veces debes decir ‘no, ahora no es el momento’”.
–¿Considera que las mujeres que buscan hacer una carrera científica aún siguen en desventaja frente a sus colegas varones?
–Hoy en día nadie te dice que no te puedes embarazar, pero es un hecho que una alumna de maestría o doctorado debe pensar o jerarquizar, poner en la balanza si tiene un hijo o no, algo que a un colega hombre, pues ni siquiera le pasa por la cabeza. Por eso tenemos que conocernos y valorarnos como mujeres.
“Lo que digo a mis alumnas es que hay que conocer nuestros ritmos; porque lo veo en ellas, en un día pueden hacer el trabajo de una semana. Somos multitask porque hay aspectos biológicos que no dependen de nosotras, no es un tema de rol de género, lo podemos hacer, como los hombres tienen otras potencialidades”.
–¿Qué consejo daría a niñas y adolescentes que sueñan con ser científicas?
–A las chicas que andan sintiendo cosas por la ciencia, curiosidad, pero dudan si pueden, si son lo suficientemente listas o que sólo ven en clase a profesores hombres, y que no conocen muchas historias de mujeres en la ciencia, les diría que lo primero es identificar qué nos gusta, lo que nos apasiona, lo que nos mueve, y que sepan que detrás de cada una de estas cosas hay ciencia.
“Todos somos científicos innatos. Un bebé toca, explora, investiga. Todos somos investigadores, lo traemos en los genes; entonces, lo único que falta es potencializarlo.
En mi caso, lo que me movía eran los colores. Eso me llevó a conocer que existen las moléculas químicas y de ahí comenzó una pasión. Lo mejor es que todos podemos apasionarnos de algo. Habrá quienes quieran escribir, pintar o conocer el mundo, y mi mejor consejo es: no te detengas hasta que impregnes tu mundo de todo eso que te gusta
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