stamos viviendo tiempos peligrosos; astrónomos advierten que un aerolito puede impactar nuestro planeta dentro de pocos años y sólo podemos esperar a ver qué pasa; tenemos también otra amenaza más real e inminente, se trata de la reaparición sin disfraces de la extrema derecha neoliberal en varias partes del mundo. En el continente americano dos presidentes, uno del norte y otro del sur, desde sus altos cargos y a partir de su ideología capitalista, nos amenazan. Donald Trump en EU, con actitud imperial y en su posición de empresario multimillonario acostumbrado a dar órdenes, declara como suyo el Golfo de México y ordena a Ucrania que se rinda; además eleva exageradamente los aranceles a los productos que su país importa. En el otro extremo, Argentina, el presidente Javier Milei hace publicidad a una criptomoneda que lo deslumbra y la apoya en redes sociales durante cinco horas, y contribuye a que miles sean defraudados con uno de esos trucos que en México conocimos como pirámides
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Dos ricos empresarios a quienes el voto llevó al poder confunden interés privado con interés público y congruentes con sus valores: acumulación de riqueza y libre competencia, perjudican a mucha gente y reviven principios según los cuales el pez grande está autorizado a comerse al chico.
Esas noticias me alarmaron por unos días, vuelve el autoritarismo y el desprecio a los pueblos, pero dos hechos me han tranquilizado; primero, la actitud serena y firme de la presidenta Claudia Sheinbaum apoyada por el pueblo de México y también, agrego, por las reglas del derecho internacional que norman la relación entre naciones soberanas sin que importe si son grandes y poderosas o pequeñas y débiles.
El otro acontecimiento que me devolvió tranquilidad y esperanza fue la presentación del libro Neoliberalismo, familias y bienestar infantil, las coordinadoras y en buena medida autoras son la doctora Verónica Sieglin y la maestra Elisa Hernández Aréchiga.
La obra a que me refiero se presentó en el Colegio Civil de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en Monterrey; el público, unas 100 personas, estaba integrado por maestros y estudiantes universitarios atentos a las palabras de las coordinadoras y a los comentarios de los presentadores entre los que estuve junto con el doctor Manuel Silos, economista y ex rector de la UANL; el doctor Eleocadio Martínez, maestro de la Facultad de Ciencias Sociales; la diputada federal Petra Romero Gómez, formada en los grupos cristianos de base, y el ex rector de la UPN-192, doctor Gerardo Palacios Valdés.
El libro editado por el Fondo Editorial de Nuevo León está dividido en dos partes y siete ensayos que resultan del estudio sistemático y de la investigación en una escuela pública del municipio de Juárez, conurbado con Monterrey donde viven familias de diversas partes del país, por lo general pobres en las que tanto papá como mamá tienen que trabajar para completar el gasto; se puede decir que la protagonista del libro es la primaria pública que lleva el nombre de Héctor Valdés Treviño.
Los trabajos, bien redactados, coinciden en analizar un fenómeno pocas veces estudiado. Se trata de un análisis de la crudeza del libre mercado y el pragmatismo del sistema neoliberal y cómo influyen en la vida familiar y dificultan y a veces distorsionan la formación de niños que en distinta medida sufren daños tanto en su salud física como en su seguridad y desarrollo, lo que estorba a su adaptación a la comunidad; se ocupa también del esfuerzo en bien de los niños que se hace en la escuela por el personal docente, la dirección y marcadamente por las madres de familia.
Se estudia en el bien documentado libro cómo el sistema neoliberal se extendió durante los sexenios que van de Miguel de la Madrid a Peña Nieto, 36 años, y cómo se produjeron efectos que contribuyeron a abrir más la brecha entre ricos y pobres; se dan datos estadísticos y se analizan casos concretos; también, cómo, la biblioteca escolar y la lectura en voz alta han sido herramientas para rehacer el tejido social, despertar intereses positivos entre alumnos y comunidad.
Los ensayos escritos por maestros y pasantes de la carrera de pedagogía contribuyen a convencernos de que sí se puede contrarrestar desde la escuela y con la vocación de los docentes, los efectos de la brecha que dejó el liberalismo y los rezagos muy marcados de los sectores marginados; sus estudios nos demuestran cómo la escuela, niños, directora comprometida e inteligente, maestros, padres de familia, cuentan si están unidos en comunidad, con los elementos necesarios para remontar carencias y desigualdades y muestran que es posible con pocos recursos formar y educar, sacar primeros lugares y contribuir a que al salir de sexto año, alumnos estén preparados para ser buenos ciudadanos, inquietos, curiosos y listos para seguir adelante en su preparación.