Fue embajador en ese país entre 2001 y 2006
Sergio Ley López considera que México debe diversificar intercambio en Asia
Lunes 24 de febrero de 2025, p. 19
La seguridad nacional de la región debe ser sin duda un objetivo central de México; sin embargo, ceder a amenazas arancelarias para cortar suministros indispensables y alejarse por completo de China, un país que se convertirá en el mercado más grande del mundo, es un absurdo, afirmó Sergio Ley López, ex embajador de México en ese país (2001-2006).
El especialista destacó que lo que el gobierno mexicano debe hacer, más que construir una barrera para impedir el paso de productos chinos, es diversificar su intercambio comercial con la región Asia-Pacífico, al tiempo de invitar a empresas de esa nación a invertir en sectores donde se necesite.
Tampoco vamos a permitir que ningún país nos instale misiles; son bienvenidos si quieren fabricar insumos médicos, por ejemplo. Si ellos (China) ya tienen tecnología, maquinaria, etcétera, que vengan a fabricarla aquí. Son pragmáticos, si ven que van a perder mercado querrán hacerlo en México, pero tampoco quieren un clima hostil.
El gobierno estadunidense publicó el martes en su Registro Federal la proclamación del presidente Donald Trump por la que impone aranceles universales al acero y aluminio de 25 por ciento a partir del 12 de marzo, y acusó a China de utilizar a México para enviar aluminio a su país y así evitar los aranceles. Los gobiernos de Canadá y Estados Unidos han estado presionando a México para que aplique los mismos aranceles que ellos.
En meses recientes, el gobierno mexicano ha emprendido una serie de medidas contra China, incluidas varias investigaciones contra el dumping a las planchas de acero, y recientemente al sulfato de amonio. Además, ha llevado a cabo una serie de operativos por todo el país para decomisar productos que entraron al país de manera ilegal, principalmente de origen chino.
Explicó que si bien éstas no son razone suficientes para que China rompa relaciones comerciales con México, han causado molestia, lo que puede enfriar la relación: No debemos olvidar que China es la segunda economía más importante del mundo, muy cerca de la de Estados Unidos, que tiene un PIB de alrededor de 24 mil millones de dólares, mientras el del gigante asiático anda en 19 mil millones
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Tiro en el pie
Ley López explicó que si bien los aranceles de Estados Unidos a México son un tiro en el pie
, también lo sería si México decide cortar los suministros que compra a China, dado que 80 por ciento de las importaciones desde allá son bienes intermedios, es decir, productos que al llegar se integran a otros más sofisticados para luego exportarse o venderse dentro del país.
Esas importaciones son bienes que necesita la industria mexicana para los productos que estamos fabricando aquí y que luego exportamos. ¿Vamos a darnos un tiro en el pie cortando los suministros de la industria mexicana? Sustituir lo que actualmente estamos importando de China nos va a tomar 20 años, que es en lo que creamos la infraestructura. Lo que tenemos que hacer es invitar a las empresas chinas que están fabricando en México y que surten a la industria mexicana a que vengan a fabricarlo a México. Y así creamos nosotros un círculo virtuoso.
Desde su punto de vista, México se encuentra entre la espada y la pared como consecuencia de su falta de diversificación (más de 80 por ciento de sus exportaciones van a Estados Unidos), lo que es resultado de haberse dormido en sus laureles
durante décadas atendiendo las necesidades de un solo mercado.
Puso por ejemplo el caso de Chile, que un tercio de cuyos productos tienen de destino Estados Unidos, otro tercio China y uno más Europa. Una muy buena diversificación. Y me parece absurdo alejarse el mayor mercado del mundo, olvídate de Estados Unidos: China tiene ahorita una clase media con alto poder adquisitivo que rebasa 400 millones de personas
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Ley López tampoco está de acuerdo con los señalamientos de Estados Unidos de que la inversión extranjera directa de China en México ha aumentado de forma desmesurada: Que no nos vengan a decir que tenemos que frenar esa inversión. Estoy totalmente de acuerdo en que nuestra primera defensa es la seguridad de Estados Unidos, por lo que atentar contra ellas es hacerlo contra nosotros mismos y contra la de toda Norteamérica, pero la solución no es poner una barrera a los productos chinos
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