En el primer Congreso Nacional de Conductores y Repartidores, celebrado ayer, trabajadores por aplicación de la Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato y el estado de México reprocharon que a más de un mes que se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma que garantiza sus derechos laborales, siguen sin tener claridad sobre cómo se aplicará.

Lamentaron también que las modificaciones a la ley no hayan atendido uno de los grandes pendientes, que es el tema de seguridad, pese a los secuestros, asaltos, violencia sexual y asesinatos que han sufrido muchos de ellos.

En el edificio administrativo del Congreso de la Ciudad de México, Ana Medina, de Ladies Drivers en Guadalajara, cuestionó: ¿Cuántos choferes más van a seguir perdiendo la vida por luchar, por llevar comida y sustento a sus casas? Ya estamos cansados todos los conductores, de todas las ciudades, de este tema (de seguridad)”.

Por su parte, Paola, del estado de México, expuso que hace cuatro años fue víctima de agresión sexual. Un tipo desconocido me manoseó, me metió la mano al pantalón y a la blusa, denunció.

Señaló que pidió ayuda a la plataforma para la que laboraba pero ésta sólo le respondió: lamento mucho que te haya pasado eso, espero que vuelvas a repartir con nosotros.

Víctor Mosqueda, trabajador en Guanajuato, pidió que en el marco de la reforma se invierta en cuidar al conductor y repartidor, verificar las cuentas de quien pide, del que maneja y reparte.

Indicó que en ese estado acabamos de tener dos compañeros que nos los desaparecieron y los encontramos muertos. Todo es por falta de seguridad, de un seguimiento de la plataforma que también debería de invertir en esta materia.

En este sentido, hizo un llamado a las aplicaciones que ofrecen los servicios, pues señaló que cuando suceden accidentes, asaltos o hay un asesinato, se cierran en la atención y responden que no traía ese servicio o no traía este viaje.

En diversas mesas de trabajo, en las que participaron diputados locales, los repartidores y conductores reiteraron que la reforma fue aprobada sin escucharlos.