Jueves 30 de enero de 2025, p. 29
Minatitlán, Ver., El cuerpo de la empresaria Suandy Erika Baeza Mayo, dueña de bares y activista social de Coatzacoalcos, quien habría sido amenazada en varias ocasiones por no pagar extorsiones a grupos criminales, fue hallado en una casa de seguridad de Minatitlán.
Un enfrentamiento entre policías y presuntos secuestradores suscitado en los límites de las colonias Nueva Mina y Guayacanal, en Minatitlán, llevó al aseguramiento de la casa, donde autoridades hallaron el cadáver, que estaba amarrado de pies y manos.
Tras las diligencias, se identificó a la empresaria de 48 años, vecina de Coatzacoalcos y quien desde hacía tiempo era dueña de negocios de comida y bares.
Se informó que la mujer fue privada de la libertad el pasado lunes, y sus familiares precisaron que esa tarde dejaron de tener comunicación con ella.
En el operativo se detuvo a Francisco N, a quien se le aseguró un arma de fuego calibre 9 milímetros. El presunto delincuente fue trasladado al hospital general de Minatitlán, pues recibió al menos siete impactos de bala. Su estado de salud es grave, pero estable.
A esa persona se le encontró una credencial que lo acredita como obrero de la empresa Tombell Agrícola, del grupo Chaparral, de Sinaloa.
También aprehendieron a Pablo N, a quien se le aseguraron un arma de fuego calibre 9 milímetros, dos cargadores abastecidos y dos cartuchos útiles.
A Baeza Mayo se le identifica como comisionada de una agrupación de derechos humanos internacionales por su labor altruista, que realizaba al entregar comida y ropa para los migrantes.
También entregaba comida y bebidas a las personas que esperan fuera del Hospital Valentín Gómez Farías y a familias que tenían niños enfermos de cáncer.
La empresaria ya había sido víctima de la inseguridad. El primero de septiembre de 2023, tres sujetos incendiaron su negocio La Palapa de Solín, acto relacionado con el cobro de piso. El negocio se quemó totalmente.
También era dueña de los bares La Quinta y Mezcalito. En este último se habían registrado varios hechos de violencia, como el ataque a un mesero y a un cliente dentro del inmueble, además del secuestro de dos jóvenes encontrados después en fosas clandestinas.
Este bar había cerrado en dos ocasiones: la primera en 2023, y el pasado 26 de enero anunció en sus redes que concluía operaciones de nuevo. Un día después la dueña fue privada de la libertad.