Jueves 30 de enero de 2025, p. 9
Juan Pablo Medina, reconocido por su compromiso con el arte escénico, encontró en Los dos hemisferios de Lucca uno de los proyectos más significativos de su carrera.
Basada en el libro homónimo de Bárbara Anderson, la película –cuyo estreno será el viernes en Netflix– aborda con valentía las complejidades de la discapacidad desde una perspectiva profunda. En su trabajo en este proyecto, el actor reflexionó sobre su propia vida, su proceso personal de adaptación y el legado que espera dejar en los espectadores.
Desde el primer momento en que me contactaron, supe que esta historia era especial
, explicó Medina, quien da vida a Andrés, esposo de Bárbara Anderson y padre de Lucca.
Tuve la fortuna de conocer a la familia, convivir en su casa y comprender su vivencia desde una cercanía que enriqueció mi trabajo. Esta inmersión personal fue clave para construir una interpretación cargada de sensibilidad y autenticidad, elementos fundamentales en la creación de mi personaje.
Dirigida por Mariana Chenillo, la película relata el viaje de Bárbara y Andrés a la India, junto con su hijo Lucca, quien vive con parálisis cerebral. En su búsqueda de un tratamiento innovador, la familia se enfrenta a desafíos físicos y emocionales que transforman su percepción de la vida.
La trama pone de relieve cómo el amor incondicional y la fortaleza familiar se convierten en poderosas herramientas para superar las adversidades.
Medina también destacó el papel de Julián Tello, joven actor que interpreta a Lucca y que, al igual que su personaje, vive con parálisis cerebral.
Julián tiene una energía especial. Su capacidad para conectar con las personas es un recordatorio constante de la resiliencia humana. Trabajar con él fue un privilegio y me dejó lecciones profundas
, añadió el artista en entrevista con La Jornada.
El trabajo de Medina va más allá de un enfoque superficial de la discapacidad, centrándose en la profunda relación de su personaje con su familia y en cómo, juntos, enfrentan los desafíos.
Por esa razón, interpretarlo fue un reto. No se trataba de imitar a Andrés, sino de capturar su esencia. Bárbara nos brindó material invaluable, como videos y testimonios, que nos permitió comprender cómo vivieron esos momentos cruciales
.
El histrión mexicano de origen estadunidense subrayó que espera que Los dos hemisferios de Lucca abra un espacio para reflexionar sobre la discapacidad y fomente un diálogo inclusivo.
Cuando vimos la película junto a Bárbara y Andrés, sus emociones nos confirmaron que habíamos logrado algo auténtico. Espero que esta historia inspire conversaciones que visibilicen la discapacidad y promuevan cambios en la forma en que la sociedad aborda este tema.
Su experiencia en el filme se entrelaza de manera profunda con su propia historia. En 2021, un infarto le causó la pérdida de una pierna, suceso que marcó un antes y un después en su vida.
Hoy, transmite un mensaje de esperanza y resiliencia. Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo. Este proyecto me enseñó que, incluso en los momentos más difíciles, siempre hay espacio para la transformación
.
Ser usuario de Ottobock, compañía especializada en ortésica y protésica para pacientes con amputaciones, lesiones o enfermedades neurológicas, le ha permitido conectarse con personas que enfrentan desafíos similares.
La historia de Bárbara Anderson y su familia también ilustra cómo, además de los desafíos médicos, enfrentaron barreras sociales; destaca el innovador tratamiento de neurogénesis desarrollado por el científico indio Rajah Kum.
El rodaje tuvo locaciones en México e India, en ciudades como Bhopal y Bangalore, donde el equipo pasó 10 días no sólo para filmar, sino también para visitar al doctor Kumar, responsable del tratamiento de Lucca, lo que aportó autenticidad a la representación.
El elenco está conformado por Bárbara Mori, Juan Pablo Medina, Ari Brickman, Danish Hussain, Julián Tello y Samuel Pérez.
Medina espera que la película impulse a la audiencia a mirar más allá de las diferencias y a promover la inclusión.
“A menudo, los padres impiden que sus hijos pregunten sobre las personas que son diferentes, lo que nos hace invisibles. Este proyecto tiene como objetivo romper ese silencio, abrir diálogos y demostrar que todos tenemos algo que aportar.
No es una historia sobre discapacidad, es una reflexión sobre el amor, la perseverancia y nuestra capacidad para crecer frente a las adversidades.