Las leyes secundarias del sector energético presentadas por la presidenta Claudia Sheinbaum no sólo permitirán el control más eficiente en las operaciones diarias de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sino que reafirman el apoyo que seguirán recibiendo de la administración federal, señalaron expertos. Son leyes que dan certidumbre al sector, aseveró en entrevista Alonso Romero, analista en la materia.

Arturo Carranza, experto en energía, consideró que las leyes secundarias establecen que el derecho público será el marco legal que conducirá las actividades en el sector energético nacional, a diferencia de los cambios de 2013-2014, que anteponían el derecho privado para guiar las actividades de las empresas en el sector.

Acotó que también definen los mecanismos de participación de los particulares en energía y señaló que lo planteado hoy por las autoridades puede o no gustar a los privados. Lo cierto es que su histórico reclamo, en términos de la necesidad de contar con reglas claras en el sector, se atiende con estos planteamientos.

Sobre el régimen especial propuesto para el presupuesto de Pemex y CFE, Carranza consideró que se reconoce la importancia que estas empresas tienen como palancas de desarrollo y en la tarea de fortalecer cadenas de suministro vinculadas con las actividades del sector. También de la necesidad de que puedan tomar sus decisiones de inversión de manera autónoma, en función de sus propias realidades. Esto, desde luego, no implica que el apoyo de las autoridades vaya a desaparecer; por el contrario, significa que en este apoyo, que hoy es fundamental, los intereses de Pemex y CFE prevalecerán.

El régimen especial tiene que ver con el tema de creación de filiales, subsidiarias; por la misma naturaleza del sector, que debe hacer compras, tiene que haber cierta agilidad, sin perder los criterios de austeridad y de honestidad en el gasto del ejercicio público, pero tiene que haber cierta flexibilidad en las dos empresas, comentó Romero.

Destacó que el costo de la deuda va a disminuir muchísimo, porque es soberana. El compromiso de que va a haber apoyo suficiente del Estado no está en duda, agregó.

Romero comentó que es benéfico que las seis nuevas leyes y la armonización de cinco normas más otorguen integración horizontal y vertical a Pemex y CFE, porque con la reforma de 2013 –impulsada por Enrique Peña Nieto– se crearon varias empresas para cada uno de los procesos. En la CFE, explicó, había generadoras, la que transmite la electricidad, la que distribuye, la que comercializa... Separaron verticalmente. Después, a la generación la dividieron por regiones. Entonces, hicieron que en vez de que tuviéramos una sola empresa que genera electricidad, (hubiera) seis empresas que generan electricidad. A eso se le conoce como desintegración horizontal, indicó.

Subrayó que ahora será sólo una CFE, lo cual se ha observado en el mundo que tiene beneficios en este tipo de industrias porque resulta mucho más barato y mucho más eficiente operar de esta manera.

Sobre la integración, Carranza indicó que esta conformación interna les facilitará un control más eficiente de las operaciones diarias, algo fundamental para poder cumplir con las responsabilidades que se les asignarán como empresas prevalecientes.