A siete días de iniciada la administración de Donald Trump, los centros de atención a migrantes instalados por el gobierno de México están vacíos.

La titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Rosa Icela Rodríguez, informó que los 10 albergues, instalados en los seis estados de la frontera norte y que tiene capacidad para unos 2 mil 500 personas, están sin ser usados.

La víspera, la jefa del Ejecutivo informó que del 20 al 26 de enero habían sido deportados a través de México 4 mil 94 personas migrantes, la gran mayoría mexicanos.

Los Centros de Atención a Migrantes Repatriados se ubican en las seis entidades de la frontera norte: en Tijuana y Mexicali, Baja California; Nogales y San Luis Río Colorado, Sonora; Ciudad Juárez, Chihuahua; Nueva Rosita, Coahuila; El Carmen, Nuevo León, y Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, Tamaulipas.

La encargada de la política interior del país reiteró que a los connacionales que son deportados se les apoya con 2 mil pesos para el regreso a sus comunidades de origen, alojamiento –en caso de requerirlo– en estos centros de atención, la incorporación al Instituto Mexicano del Seguro Social, la adhesión a programas del Bienestar, la tramitación de documentos de identidad como acta de nacimiento y CURP, entre otras.

Al plan se sumarán representantes del sector empresarial para ofrecer trabajo a todos los mexicanos deportados. Se han sumado muchos organismos de manera entusiasta, hoy tenemos una reunión con el Consejo Coordinador Empresarial, y están muchas empresas y muchos organismos de empresarios que quieren dar oportunidades de empleo a las personas que vienen repatriadas a nuestro país.

Para recibir la atención en los centros, es importante que todas las personas que vienen de Estados Unidos tengan su carta de repatriación, que es la llave para acceder a servicios y programas.