Obra de teatro abre un diálogo universal acerca de la relación entre el entorno y la identidad
Miércoles 29 de enero de 2025, p. 5
La obra de teatro físico No Concreto nos invita a reflexionar sobre los contrastes de la vida en los barrios de la Ciudad de México. Protagonizada por el actor Diego Martínez Villa, esta producción de Rupestre Teatro nos lleva a recorrer las calles de una infancia marcada por los anhelos y el impacto de la violencia.
La puesta en escena, escrita por Thelma Carrizosa, utiliza el teatro físico como vehículo principal, sumergiendo al público en un relato en el que los cuerpos hablan y el movimiento revela emociones que las palabras no pueden expresar por completo. La historia narra el viaje retrospectivo de un hombre que, al enfrentarse a un momento decisivo en su vida, vuelve a las calles donde creció para comprender cómo lo moldeó su entorno.
En entrevista, Diego Martínez Villa comenta: “El personaje conoce estos dos aspectos, la violencia con la que creció y siente que lo define, y sus sueños, que también lo definen. En el fondo, en estos espacios violentos, donde muchos hemos crecido, la gente vive y tiene un motor consciente o inconsciente que lo lleva a hacer las cosas de la mejor manera.
El lugar donde crecimos nos atraviesa y a partir de ahí nosotros generamos lo mejor que podemos en la realidad y, en este caso, se refleja en la danza
.
El actor indicó que el punto de partida de la propuesta escénica fue una imagen que recuerda de su infancia. En el barrio donde crecí siempre había algo que me estorbaba para mirar el cielo: los cables de luz, el esmog o los edificios, y esa sensación de lo difícil que es ver el cielo originó la obra
.
El unipersonal no busca ofrecer respuestas fáciles, sino abrir un espacio para que el público reflexione sobre las historias que se cargan de los barrios. Todos somos parte del concreto, pero también de los sueños que logran abrirse paso entre las grietas
, afirmó Martínez Villa.
No Concreto, dirigida por Bárbara Alvarado, refleja la realidad de los barrios de la Ciudad de México, pero también abre un diálogo universal acerca de la relación entre el entorno y la identidad. La obra pone de manifiesto cómo las calles, las canchas y los callejones pueden ser testigos de los sueños más altos y, al mismo tiempo, escenarios de los momentos más oscuros.
A través del teatro físico, el montaje ofrece una experiencia escénica que va más allá de lo narrativo, invitando al público a vivir una historia que se siente tan cercana como universal.
La obra busca conectar no sólo con audiencias asiduas al teatro, sino también con quienes habitan los mismos barrios que inspiran esta obra. Es una invitación a mirar nuestras propias historias y reconocer el poder transformador del arte como medio para sublimar el dolor y construir nuevos caminos.
Hay algo profundamente hermoso en rencontrarte con las calles que te vieron crecer, incluso si traen consigo sombras. Esta obra es mi forma de dialogar con esos lugares, con esas memorias y con todas las bestias (humanas y no humanas) que habitan en ellas
, compartió Martínez.
El montaje de Rupestre Teatro es una colaboración única entre generaciones de artistas, comprometidas con la creación de obras que dialoguen con las problemáticas contemporáneas. Con No Concreto la compañía reafirma su misión de producir piezas que provoquen reflexión y empatía en el público.
El unipersonal No Concreto, con Diego Martínez Villa, se presentará los miércoles a las 20:30 horas del 5 al 26 de febrero en Espacio Urgente 2, Foro Shakespeare (Zamora 7, Colonia Condesa, Ciudad de México).