Cerca de medio siglo después de su última renovación, el museo del Louvre se modernizará y ampliará, anunció ayer el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una conferencia en que dio a conocer que el recinto más visitado del mundo, afectado por la sobrepoblación y las instalaciones obsoletas, será sometido a una importante revisión que tomará años en completarse.

Días después de que se diera a conocer una carta de la directora del Louvre, Laurence des Cars, en la que expresaba una serie de preocupaciones al ministro de Cultura, Rachida Dati, a principios de este mes diciendo que el museo está amenazado por la obsolescencia, el presidente francés anunció la restauración del museo, que incluirá una nueva entrada cerca del río Sena y la creación de salas subterráneas, cuya finalización está prevista para 2031, y aclaró que ésta no será financiada por los contribuyentes.

Todos los trabajos de reconstrucción del Louvre y la creación de una nueva entrada se financiarán con fondos propios del museo: ingresos de taquilla, mecenas e ingresos de la sucursal del Louvre en Abu Dabi, agregó.

Además de la nueva entrada y las salas subterráneas, el plan considera trasladar el cuadro de La Gioconda a un nuevo espacio para que sea accesible de manera autónoma, independiente del resto del museo, con su propio boleto de acceso, debido a que más de 20 mil personas la visitan cada día.

Desde la sala del Louvre donde se exhibe la obra maestra de Leonardo da Vinci, Macron señaló que muchos podrían sorprenderse por el plan de una renovación a gran escala del museo en un momento en que el país no tiene presupuesto, pero considera posible financiar la reconstrucción, para la que el gobierno organizará en los próximos meses un concurso internacional de arquitectos que presenten sus propuestas para diseñar la reconstrucción del Louvre y sus alrededores.

▲ La obra más enigmática de Leonardo da Vinci.Foto Afp

El financiamiento para la renovación no ha sido especificado, pero se espera que cualquier trabajo para actualizar el antiguo palacio real sea costoso y técnicamente complicado.

Desde la década de los 80, cuando se inauguró la icónica pirámide de vidrio, a cargo Ieoh Ming Pei, el museo no ha tenido cambios. El arquitecto la concibió para acoger 4 millones de visitantes anuales; sin embargo, la afluencia ha llegado a ser hasta de casi 10 millones de personas, en su mayoría extranjeros, principalmente de Estados Unidos, China y países vecinos como Italia, Reino Unido, Alemania y España.

Por ello, el mandatario abogó porque los turistas que no pertenezcan a la Unión Europea paguen una cantidad mayor por su ingreso a partir de 2026. Asimismo, añadió que la nueva entrada que se planea construir permitirá requilibrar la forma de visitar el museo y reabrirlo, devolvérselo a los parisinos en términos de acceso, y pidió a la ministra de Cultura, Rachida Dati, que prepare un precio más alto y diferenciado para los visitantes extranjeros de países no pertenecientes a la UE.

Macron aseguró que el museo más grande del mundo vive un final de ciclo (...) Se necesitan cambios fundamentales e inversiones a largo plazo para un nuevo renacimiento del Louvre.