Goma Los combates arreciaron ayer en Goma, la principal ciudad del este de República Democrática del Congo (RDC), entre el ejército y los rebeldes del grupo M23 (Movimiento 23 de marzo) apoyados por tropas ruandesas, con saldo de al menos 17 muertos y cientos de heridos.

En el centro de Goma se oyeron durante gran parte del día intensos tiros de artillería pesada y disparos de armas ligeras, constataron periodistas de Afp. Al caer la noche, las detonaciones parecían menos frecuentes, pero continuaban cerca del aeropuerto.

Al cierre de esta edición era difícil determinar qué partes de la ciudad estaban en manos de los insurgentes del M23 y los militares ruandeses, y cuáles bajo control de Kinshasa.

Al menos 17 personas murieron y 367 resultaron heridas en los enfrentamientos, según balances de varios hospitales.

Nuestros equipos quirúrgicos trabajan las 24 horas del día frente a un flujo masivo de heridos, mientras los combates siguen, afectando sobre todo a los civiles, explicó Myriam Favier, jefa del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) de Kivu del Norte.

Los combatientes del M23 y más de 3 mil 500 soldados ruandeses, según la Organziación de Naciones Unidas (ONU), entraron el domingo en Goma, que llevaba varios días bajo asedio, indicaron fuentes del organismo mundial y de seguridad.

Estamos en nuestras camas porque tenemos miedo, dijo una vecina de Goma a la agencia Afp vía telefónica. Oímos los disparos fuera de casa, no podemos salir.

En los últimos años, la rebelión del M23, grupo mayoritariamente tutsi, se ha apoderado de grandes extensiones de territorio en el este de RDC, alegando que lucha por defender a la población de su etnia.

Los combatientes del M23, apoyados por las fuerzas de Ruanda, llevan varios días enfrascados en enfrentamientos con el ejército congoleño y los cascos azules en las afueras de Goma.

La batalla por esta ciudad se enmarca en un historial de violencia que golpea en las últimas décadas la zona del este de RDC, fronteriza con Ruanda, donde hay rivalidades regionales, disputas étnicas y conflictos con grupos armados, exacerbados desde el genocidio ruandés de 1994.

La RDC acusó antier a Ruanda de haberle hecho una declaración de guerra al enviar este fin de semana más tropas a su territorio, entre 500 y mil hombres, según fuentes de la ONU.

Ruanda respondió que mantenía una postura defensiva, ya que los combates cerca de la frontera representan una grave amenaza para la seguridad y la integridad territorial del país.

Un portavoz del ejército ruandés informó ayer que cinco civiles habían muerto y 25 resultaron gravemente heridos en una localidad ruandesa.

A raíz del avance del M23 hacia Goma y la escalada diplomática entre RDC y Ruanda, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, y su par ruandés, Paul Kagame, participarán mañana en una reunión de emergencia en el seno de la Comunidad de África del Este.

El Consejo de Paz y de Seguridad de la Unión Africana mantendrá hoy una sesión de urgencia.

La RDC reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU sanciones selectivas contra dirigentes militares y políticos de Ruanda y el embargo total de las exportaciones de todos sus minerales etiquetados, en particular el coltán y el oro.

La UE instó al M23 a detener su avance y a Ruanda a retirarse de inmediato. La Unión Africana reclamó el firme mantenimiento del alto el fuego acordado por las partes a finales de julio.

El Consejo de Seguridad de la ONU instó a la retirada las agresivas fuerzas externas, sin decir de quién se trata.