Martes 28 de enero de 2025, p. 19
El gobierno de Estados Unidos analizará los efectos económicos de imponer aranceles de 25 por ciento a las importaciones procedentes de México y Canadá, lo cual retrasaría la puesta en marcha de esta decisión hasta el primero de abril, de acuerdo con un reporte difundido ayer por la calificadora Moody’s.
El presidente Donald Trump ha manifestado su intención de aplicar los aranceles el primero de febrero; sin embargo, analizar las repercusiones abriría un espacio para negociar.
Los aranceles y las correspondientes medidas de represalia afectarían flujos comerciales cercanos a 740 mil millones de dólares
, estimó Moody’s.
Recordó que desde 2023 las exportaciones hacia Estados Unidos representan alrededor de 30 por ciento del producto interno bruto (PIB) de México, mientras las exportaciones estadunidenses a México equivalen a cerca de 1.2 por ciento del PIB del país vecino.
Podrían ser sólo un medio de negociación
No está claro si los aranceles propuestos se implementarán. Pueden formar la base de negociaciones que conduzcan a exenciones en términos concesionales, o usarse como una táctica de negociación antes de la próxima revisión del T-MEC. También es posible que algunos o la mayoría de los aranceles sean de corta duración o no se implementen en absoluto
, planteó Moody’s.
Agregó que el efecto de cualquier arancel o represalia se extendería al comercio directo entre Estados Unidos y México debido a la compraventa de insumos intermedios para el ensamblaje y el procesamiento, en las industrias manufacturera, automotriz y tecnológica de ambos países.
La institución financiera declaró que los efectos serían menos pronunciados en el comercio minorista, que tiene un enfoque más interno.
La imposición de aranceles también conduciría a la depreciación del peso, con un efecto de transmisión a la inflación en México, lo que limitaría el margen para la flexibilización monetaria. A la vez, surgirían presiones inflacionarias si México impone cuotas
, mencionó.