Al arranque de su gobierno, Donald Trump ha prometido realizar el operativo de deportación masiva más grande de la historia estadunidense y con ello expulsar a más de 11 millones de indocumentados.

Para lograrlo, debería repatriar a 2.75 millones de personas al año, lo que significa casi el doble de los 1.5 millones que echó en los cuatro años de su primer mandato.

De acuerdo con organizaciones estadunidenses, como Immigration Forum y American Immigration Council, una operación de esa magnitud podría costar a los contribuyentes entre 150 mil y 315 mil millones de dólares, sin contar las pérdidas económicas que causaría la expulsión de población trabajadora.

Supondría además la ubicación y detención de casi siete veces más personas que toda la población penitenciaria en ese país, que en 2022 sumaba 1.9 millones.

La deportación de todos los indocumentados de Estados Unidos sería una tarea enormemente onerosa para los contribuyentes, señala un análisis del Immigration Forum.

A partir de 2024, apunta, el costo promedio para deportar a una sola persona aumentó a casi 14 mil dólares, frente a los 10 mil 70 que representaba en 2015. La erogación total puede ser mayor dependiendo del país de destino.

En el año fiscal 2023, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) erogó 420 millones de dólares en transporte y deportación de 142 mil 580 extranjeros. Las instalaciones de detención también incurren en gastos significativos, pues el ICE gestiona 41 mil 500 camas en 200 centros, a un costo anual de 57 mil 378 dólares cada una.

“Ampliar estas operaciones para deportar a los 11 millones de indocumentados que se estima viven en Estados Unidos –según cifras de 2022– podría costar más de 150 mil millones de dólares, con un adicional de 15 mil millones por año necesarios para mantener la aplicación de la ley contra nuevas entradas irregulares”, señala la organización.

Los cálculos del American Immigration Council consideran una carga aún mayor para los contribuyentes. A partir de una estimación de que expulsen a 13 millones de personas –pues la organización suma a los 11 millones que se estima vivían en Estados Unido en 2022, 2 millones que ingresaron al país entre 2023 y 2024–, considera que los gastos ascenderán a 315 mil millones de dólares.

Queremos subrayar que esta cifra es una estimación muy conservadora. No tiene en cuenta los costes a largo plazo de una operación de deportación masiva sostenida ni los incalculables costes adicionales necesarios para adquirir la capacidad institucional necesaria para expulsar a más de 13 millones de personas en un breve periodo de tiempo, incalculables porque sencillamente no existe una realidad en la que sea posible una operación tan singular, indica un reporte del organismo.