Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió ayer a presionar al resto de productores globales, así como a aumentar su producción interna de crudo y gas para abaratar los precios; también afirmó que así podría acabar con la guerra en Ucrania.

Durante una videoconferencia en el Foro de Davos, en Suiza, dijo que pedirá a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que baje el precio del crudo, pues en este momento el precio es lo suficientemente alto como para que dicha guerra continúe. El mandatario sugirió que en lugar de enviar ayuda militar, las medidas económicas podrían ser la clave para poner fin al conflicto.

La OPEP no emitió ningún posicionamiento. En tanto, el ministro de Economía de Arabia Saudí, Faisal al-Ibrahim, afirmó que la posición de su país y la OPEP está pensada para asegurar la estabilidad del mercado del petróleo a largo plazo.

Mientras, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, ordenó congelar prácticamente toda la ayuda exterior, con excepción de la destinada a Israel y Egipto, así como la asistencia alimentaria de emergencia, según una circular interna.

No se asignarán nuevos fondos hasta que cada nueva concesión o prolongación propuesta haya sido revisada y aprobada, de acuerdo con la agenda del presidente Donald Trump, se lee en la nota a la que tuvo acceso la agencia Afp.

La ayuda alimentaria de emergencia está exenta, pero la circular no menciona a Ucrania, que recibió miles de millones de dólares en asistencia bajo la anterior administración del demócrata Joe Biden para defenderse de Rusia, lo que sugiere que esta también está congelada, informó la agencia.

La circular es consecuencia de un decreto firmado por Trump el día de su investidura, cuando ordenó congelar por 90 días la ayuda exterior de Estados Unidos.

Israel y Egipto figuran entre los países que más asistencia militar estadunidense reciben.